United States or Aruba ? Vote for the TOP Country of the Week !


Bajo la dominacion de los godos y sarracenos unos conservaron su importancia, otros la aumentaron, otros se formaron que antes no existian: muy pocos de los antiguos decayeron, porque la prosperidad del pais iba siempre en aumento. En los siglos anteriores á la reconquista no ofrecia de seguro la Sierra el espectáculo de desolacion y pobreza que hoy presenta.

Mas ya, ¿quién pondrá en mis manos su pan y el de sus hermanos? ¡Ay, Señor!, que en mi profundo dolor presiento males prolijos; que en este afán angustioso, lloro, más que por mi esposo, por el padre de mis hijosSupla esta bella estrofa las frases que yo no encuentro para pintar la desolación de aquella escena.

Donde quiera escombros gigantescos, desolacion y tristeza; el esqueleto colosal del prodigio militar y artístico de una civilización....

Parecíale que con solo escuchar el impío relato había pecado él mismo; que el sol debía ocultar sus brillantes rayos tras negras nubes y trocar el campo sus alegres galas por la desolación y la tristeza del desierto.

No les aterraba solamente la idea del peligro en que se habían hallado, pues de otros no menores habían salido con sereno espíritu, sino el cuadro de muerte y desolación que habían contemplado sus ojos entre la furia de la galerna.

Los dandys de Broadway no les ceden en nada a los de Hyde Park Corner... Pero de pronto pasa un pantalón al tobillo, a cuadros habana, con un jacquet invisible, a manera de cornisa, que os arroja en la más profunda desolación. En general, los hombres parecen de viaje, camino de la estación, con cierto temor vago de perder el tren.

Ya el bravo miliciano «Monta á caballo, y con el sable en mano «Se apresta á combatir! «Ya el pueblo entero se alza como un hombre, «Invocando de Patria el santo nombre «Con éco varonil! «A las armas valientes argentinos, «Venid á decidir vuestros destinos «Con grande corazon. «Paisanos á las armas! derroquemos «Al infame tirano á quien debemos «Llanto y desolacion.

El coloso del Estrecho con la regularidad matemática á que necesaria y fatalmente sujeta toda ley perfecta, acumula en sus calcinadas entrañas gérmenes de espanto y desolación. ¡Desgraciado el día en que abra la válvula! ¡Infeliz del pueblo en que sacie su cólera!

Entre tanta desolación, ante el espectáculo de tantos dolores, había en aquellos cadáveres no qué de envidiable: ellos solos descansaban a bordo del Trinidad, y todo les era ajeno, fatigas y penas, la vergüenza de la derrota y los padecimientos físicos.

Llevaba Juan Jerez en el rostro pálido, la nostalgia de la acción, la luminosa enfermedad de las almas grandes, reducida por los deberes corrientes o las imposiciones del azar a oficios pequeños; y en los ojos llevaba como una desolación, que solo cuando hacía un gran bien, o trabajaba en pro de un gran objeto, se le trocaba, como un rayo de sol que entra en una tumba, en centelleante júbilo.