Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Estaba, como siempre, arrellanada en su butaca, tapadas las piernas y los pies con una magnífica piel de cabra selvática, repartiendo miradas de amarga desolación entre el cielo raso y una copa de leche que tenía en la mano.
Sí, esa misma noche en el teatro... Comprendí, al ver a su marido de opulenta fortuna, que se había precipitado en el matrimonio, como yo al Ucayali... Pero al verla otra vez, a veinte metros de mí, mirándome, sentí que en mi alma, dormida en paz, surgía sangrando la desolación de haberla perdido, como si no hubiera pasado un solo día de esos diez años. ¡Inés!
"El gran problema a resolverse es este: si el final desdichado de mi amor con José Luis ha sobrevenido para darme la ocasión de una felicidad más grande, más verdadera, la única, la indecible felicidad que sueño, o al contrario, para hacer que caiga sobre mí una desdicha todavía más irreparable y más triste". Ambas levantaron los ojos del manuscrito y se miraron con desolación.
Pausado, implacable, lento su toque a cada momento resuena como un lamento pregonando la hora única en extraña rima rúnica, y parece que sintiera intenso placer diabólico en este toque simbólico de muerte y desolación.
Este caballerito ha visto una joven que le han dicho que es rica y huérfana, y ha abierto el ojo. Quiere a todo trance hacer fortuna, y no repara en llevar la discordia y la desolación a una familia. Le prevengo, sin embargo, que todavía no ha caído en sus manos.
No he visto jamas soledades mas extrañas. Allí se reunen la idea de la opulencia y la de la desolacion, del hambre y la abundancia, de la vida y la muerte.
Satisfecho de sí mismo hasta cierto punto, en medio de aquella desolación moral, contemplaba la rectitud de su alma, que rechazaba sofismas vanos y gritaba: «¡robar, robar!». Lo cual no impidió que Bonis se lavase y vistiera lo más de prisa que pudo y saliese de casa sin ser visto ni oído, con ánimo de estar de vuelta antes que Emma despertase.
Todo lo que no participaba de su fe en tu inocencia y de su desolación por tu martirio, fué separado sistemáticamente. Yo mismo... ¿Tú, Cristián? exclamó Jacobo con sorpresa.
Hasta la dulzura de su misma religión se maleaba y viciaba en mi mente, interpretada por mi concupiscencia, y quitaba á mis ojos todo valor á aquella desolación suya, á aquella angustia con que miraba y repugnaba la caída, sin hallar fuerzas para evitarla. Yo me atrevía á decidir que no era tan gran mal el que tenía tan fácil remedio.
Sin atender a que fuera o no prudente, Martín tomó el carricoche por el camino de Arneguy; atravesaron este pueblecillo que tiene dos barrios, uno español y otro francés, en las orillas de un riachuelo, y siguieron hasta Valcarlos. Catalina, al ver aquel espectáculo, quedó horrorizada. La estrecha carretera era un campo de desolación.
Palabra del Dia
Otros Mirando