Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de mayo de 2025


Amigo, amigo... ¡no hay que darle vueltas! ¡El Melchor Cano de VillaverdeMi querida ciudad natal es pobre, paupérrima, como decía don Román. Una agricultura descuidada es para ella la única fuente de riqueza, gracias a las lluvias, que allí, como en Pluviosilla, no escasean. El suelo es fértil, pero le falta riego. El Pedregoso con su cauce hondísimo no basta para las necesidades de la tierra.

Mis visitas de exploración minuciosa al pueblo las hice solo y por mi propia cuenta, dejándome aparecer en él como a la descuidada, para sorprenderle mejor en sus intimidades. Al conocer «de vista» a su vecindario en la misa del domingo anterior, ya me había llamado la atención muy vivamente cierta uniformidad monótona de «corte», digámoslo así, y hasta de indumentaria.

De repente, cuando más descuidada estaba la familia, dejó oír un rumor amenazante. Allí dentro iba a pasar algo tremendo. Pero tanta fanfarronería de ásperas ruedas se redujo a dar la hora. Sonaron once golpes de cencerro. Doña Laura se levantó y las niñas dejaron la costura. La criada tomó el dinero de la compra. Isidora desapareció, mientras Emilia guardaba la máquina.

A lo mejor, cualquier chusco se lo canta y ya tenemos jaqueca para rato... ¡Como no le por venir a matarme!... Eso tendrá que ver. Pero muy descuidada habría de cogerme, porque le deshago yo de un par de porrazos... Pero, ¿y si entra, se esconde, me acecha, y ¡pim!, me pega un tiro?... No; yo tengo que estar con mucho cuidado. Ni a Cristo le abro yo la puerta.

¿Pero vas a ir ? preguntaba Leonora con cierta angustia, como si su instinto femenil adivinase en el peligro. ¿Vas a dejarme sola?... Un momento nada más. No te haré esperar mucho. Se despidieron en el corredor con la ruidosa y descuidada alegría de su pasión; sin fijarse en los camareros que iban y venían al otro extremo del largo pasadizo. Adiós, Rafael... Uno; uno nada más.

El expurgo debió ser cosa de Tirso, y también la elección de cuatro o seis libracos que, en sustitución de aquellos, tomó doña Manuela, como el Método práctico para hablar con Dios, del jesuita Franco; el Verdadero Sufragio universal, o sea Pío IX y sus bodas de oro; el Interior de Jesús y María, el Águila real, pelicano amante, historia panegírica del ínclito San Agustín, y el Despertador del alma descuidada en el negocio máximo de su salvación.

Al final del último acto, cuando la heroína acabada de expirar en la escena, y Alfredo, su padre y el doctor entonaban el último terceto, una racha de viento colado pilló descuidada a la diva y le arrancó, después de difunta, un estrepitoso estornudo.

Ha sido la cocinera. Yo no guiso para ti. Te fastidiaste. Prima, esta yemecita. Por . No me robes del plato, goloso. Que no te lo doy, ea. ¿No tienes ahí la fuente? ¿A que te lo atrapo? Cuando más descuidada estés.... ¿A que no?

CHANFALLA. Y aun entre las telas del corazón. CHIRINOS. Pues doyte por aviso, Chanfalla, que el Gobernador es poeta. CHANFALLA. ¿Poeta? ¡Cuerpo del mundo! Pues dale por engañado, porque todos los de humor semejante son hechos a la macacona, gente descuidada, crédula y no nada maliciosa. BENITO. Vamos, autor, que me saltan los pies por ver esas maravillas.

Pero poco a poco el arte os devuelve a vuestra tranquilidad, a vuestra descuidada existencia; un aplauso os sirve de opio, el puro amor del canto os embelesa y saca de la miserable vida real.... Y el último de vosotros, Cornelio, que no tiene más que un traje de verano para invierno, olvida o desprecia esta miseria, y se entusiasma al gritar, lleno de inspiración artística, en su papel modesto de corista distinguido, aquello de la Lucrezia: Vivva il Madera!

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando