United States or Sint Maarten ? Vote for the TOP Country of the Week !


La clara nitidez del cielo poblado de estrellas, el silencioso apartamiento del bosque, la belleza y la gala de los campos floridos, todo embelesa mi alma, todo hasta cierto grado la enamora, pero todo deja en ella inmenso vacío, que sólo otra inteligencia y otra voluntad, humanas o divinas, iguales o superiores a mi voluntad y a mi inteligencia, pueden llenar si me acuden; si prueban el afán que yo pruebo y si logran infundirse en el abismo de mi pensamiento, compenetrándole, fundiéndose con él y haciéndose con él uno solo.

Más tarde, cuando Roma empuña el cetro de la literatura, sus poetas más insignes no se desdeñan de llamarse discípulos de los griegos, los estudian con veneración y los imitan con complacencia. Nada han desmerecido por eso á los ojos de la posteridad. La Eneida es una imitación de la Odisea, y sin embargo hace veinte siglos que embelesa al mundo.

Las Cortes harán eso y mucho más. ¡Oh, Sr. Araceli, yo estoy muy alegre! ¿Por qué? No por qué. Siento deseos de reír a carcajadas. Siempre que salgo de casa, y voy a alguna parte donde puedo estar con alguna libertad, me parece que el alma quiere salírseme del cuerpo y volar bailando y saltando por el mundo; me embriaga la atmósfera y la luz me embelesa.

Para él, la institucion estará en aquel monasterio, y el monasterio estará personificado en el monje cuya memoria le embelesa. Contad pues con un elocuente trozo en favor de los institutos religiosos, un anatema contra los filósofos que los condenan, una imprecacion contra las revoluciones que los destruyen, una lágrima de dolor sobre las ruinas y las tumbas.

Ese espectáculo, contemplado así de léjos y de frente, es de una grandiosidad que embelesa y llena el alma de admiracion y recogimiento, y que, por el contraste que hace con las planicies de la hoya del Aar, completa uno de los mas sublimes panoramas que la Europa continental puede ofrecer.

No encontré ese ambiente embalsamado, esa atmósfera vaporosa, esa idealidad inspirada, esa naturaleza rica, esos instintos poderosos: no encontré esa aura indefinible, el genio sencillo con que nos embelesa la sociedad italiana. ¡Qué bella es Roma, cuando se la mira desde Paris! Voy á hacer mérito de la risible extravagancia de una mujer de Batiñoles, que formaba parte de la tertulia.

¡Oh, qué bien! ¿Ha conocido usted muchos predicadores que se expresen con esa elegancia, esa soltura, esa majestad, ese elevado tono, el cual nos sorprende y embelesa de tal modo que no podemos apartar la atención del orador, encantándose igualmente con su presencia y voz, la vista y el oído?

Mide 117 metros de longitud por 65 de anchura, data en su principio de 1352, y su arquitectura, que es de estilo gótico sencillo, imponente y grandioso, no encanta ménos en su recinto que en su admirable torre principal, la cual, sobre tener la enorme altura de 123 metros, embelesa al que la contempla, por la extraordinaria ligereza de sus formas y el atrevimiento y la perfeccion de sus primorosos calados, con justicia comparados á encajes.

Su espléndido pavimento de baldosas de mármol blancas y azules; sus cinco naves atrevidas sostenidas por ochenta y cuatro columnas colosales; sus veintitres capillas cuajadas de oro y ricos ornamentos; sus tres enormes rosetones y setecientas cuarenta y siete ventanas ogivales ó circulares cubiertas de vidrios primorosos de colores pintados al fuego; los mil adornos de las columnas y de las setenta y dos bóvedas de las naves, de una ligereza superior; la magnificencia de las sillerías del coro, cuyos bajos relieves son admirables; el esplendor de los tesoros ó joyas que pertenecen al templo; los ecos profundos de los órganos, repitiéndose en mil senos de piedra; la solemne oscuridad del recinto; los preciosos cuadros de pintura que adornan los sombríos muros; y el hormigueo de la multitud de piadosos y curiosos, circulando como átomos bajo la estupenda mole: todo eso hace de la catedral de Toledo, el juéves santo, un monumento que asombra, impone, embelesa y hace enmudecer....

En su palabra, una música seductora que embelesa los entendimientos y ensordece la voz del deber en la conciencia. Según mi madre, tu tío es la maldad personificada, el dechado de la irreligión, un rebelde contra Dios, de quien conviene apartarse para no contaminarse. En resolución, cuanto mi madre ha dicho de tu tío debiera infundirme hacia él un odio, una aversión grandísima.