Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


No crea usted eso, D. Andrés... Las muchachas están rabiando porque alguno les diga algo, y si es un señorito, mejor que mejor... Mire usted, yo tengo dos hijas; pues no cuál de ellas tiene más ganas de salir de casa... Yo les digo: ¿cuándo diablos me atrapáis un señorón rico que os mantenga para que me dejéis en paz?... Pero nada... se pasa el tiempo... van al mercado los jueves, van a las romerías, y nada... no acaban de dejarme solo a mis anchas.

Este hecho, sin embargo, sólo probará una cosa: que el afán de enseñar fué lo que movió al autor á escribir; mas no que lo escrito valga por lo que enseña, importe por la verdad que contiene, sino por la gracia, el chiste y la hermosura que crea y luce. El más claro y luminoso ejemplo de lo que digo nos le ofrece Cervantes en el Quijote.

Pero yo soy su marido, y por consiguiente me quedaré exclamó el individuo, completamente inalterable. Entonces ella se irá conmigo exclamé con decisión. Yo no permitiré eso. Usted procederá como yo lo crea conveniente le dije.

De este modo, en el barco puede una darse mejor vida que las otras y dormir aparte, y comprar en la cantina lo que se le apetece, y hasta hacer una cariá, que crea usted que viene aquí gente bien necesitá de que la ayuden. ¡Y allá vamos toos, don Isidro!... Dicen que aquello del Buenos Aires es muy hermoso, y que no hay más que agacharse en las calles pa dar con una onza de oro.

El rector, que era escrupuloso, no se atrevió a decir que entendía por miedo de soltar una mentirilla, y Villamelón prosiguió con el aire de un monarca que se brinda a ser padrino de un pordiosero: Pues nada, padre rector, comulgaremos los dos con el niño, y yo, no crea usted, vendré de uniforme.

Y al ver que se aproximaban otros amigos, olvidaba a los burlones y seguía repitiendo: ¡Na; que no hoy mas que un hombre!... ¡El primero del mundo! ¡Y el que no lo crea que abra el pico... que aquí estoy yo! La boda de Gallardo fue un gran suceso.

Allí la enderezarán... Crea usted que hacen milagros... Pero si es muy mala... señora, muy mala replicó Severiana dando un suspiro . Aquí me dejó esta escritura, y no nos pesa, porque me tira el alma como si la hubiera parido... lo cual que todos los míos me han nacido muertos; y mi Juan Antonio le ha tomado tal ley a la chica, que no se puede pasar sin ella.

La distribución del trabajo, una encantadora variedad, en medio de una gran regularidad, un orden geométrico que, no obstante, obstenta toda la gracia de una libertad naciente, ¿encontraríase todo esto entre los hombres? »Nuestro incesante trabajo para aligerar el agua de sus sales crea las magníficas corrientes que constituyen la vida, la salud.

Aquello era, en grado superlativo, en elevación a la quinta potencia, perpetua boda, de Camacho. Salomón y sus mujeres y servidumbre devoraban cada día treinta bueyes cebados, cien ovejas y multitud de ciervos, búfalos, gacelas y aves. Y no se crea que porque comiesen poco pan.

Déjela usted que se repose. No me la inquiete. Seamos buenos amigos, mejores amigos que nunca; pero nada más. Hoy menos que nunca puedo yo resignarme a no ser más que buen amigo de usted. Esa necesidad de reposo que usted me dice que siente me parece fingida. Cuando el cuerpo, que es mortal, está brioso y floreciente ¿cómo quiere usted que crea yo que el alma está fatigada?