United States or Algeria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Desde su trono el mundo levantará su frente para entonar un himno, un himno en tu loor ¡Gloria para la patria ya libre e independiente que luce a cuatro vientos la enseña tricolor! Un amor acendrado ¡oh patria! por ti siento. Tuyos son mis laureles; es tuya mi ilusión. ¡Libre desea verte el claro entendimiento! ¡Libre desea verte el noble corazón! Poeta nuevo. Ha escrito poco.

Y ésta es la causa, Antonio, por qué en el verano, cuando ha pasado el chubasco y el sol luce de nuevo, vemos sobre las hojas de algunas plantas, las cucurbitáceas, por ejemplo, unas pequeñas y brilladoras eflorescencias salinas...

Aquí nos hemos ocupado del adoquinado y rectificación de calles, de formación de paseos, de obras de higiene convencional y de todo aquello que luce a primera vista; pero respecto a organización social, a medios de conocernos y controlar nuestros actos todos los convecinos, vivimos como en tiempo del coloniaje. ¿Por qué no se ha establecido el registro de vecindad y todos sus derivados?

La escuela italiana, poderosamente espléndida, luce tambien en el Louvre con toda su pompa: en el salon cuadrado, el mas rico de todos, se leen al pié de lienzos sin rival, las ilustres rúbricas de Rafael, Ticiano, Rubens, Pablo Verones, Tintoreto, Leonardo de Vinci, y Murillo, que en medio de aquellos hijos del genio, proclama con dos inmortales Vírgenes la pujanza de la escuela española, que tambien brilla con todo su valiente esplendor en los salones del Louvre.

La torre, en la claridad, luce en el cielo negro como un encaje rojo, mientras pasan debajo de sus arcos los pueblos del mundo. El camarón encantado Cuento de magia del francés Laboulaye. Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer.

Las damas toman el ascensor, que las lleva hasta el primer piso. La condesa llama; se abre una puerta; un lacayo muy correcto introduce a estas damas en un salón y poco después aparece la señora Maschine. Es una mujer joven, alta, delgada y de una belleza soberana; luce un vestido de interior muy modesto, pero de una elegancia discreta. Presentaciones.

Todas estas señoritas vuelan hacia sus caballetes: se han puesto las blusas y aparentan absorberse en su arte. Joaquín entra; es un hombre de cincuenta años, extremadamente chic y muy atildado. Tiene manos de prelado, rostro banal de artista mundano, hermosos ojos negros, nariz aguileña, bigotes finos y barba en punta, demasiado negra. Luce una severa levita con la gran roseta de comendador.

Mire usted, doña Regustiana, que al ver cómo despachaban cuanto había por delante, y al no conocer lo principal y regalona que era aquella gente, cualisquiera creería que mucha de ella había venido a mi casa a matar el hambre. Pues vea usted si había franqueza en la reunión. Así es que cuarto que gaste usted en Madrid, en seguida luce. Da gusto, hija.

Pero el aire de la noche Mis pensamientos enfria, Y apaga cual lluvia fria De la mente el resplandor: Que así el vapor de la tierra Se desprende en forma leve, Y luego en forma de nieve Debilita su calor. Como una estrella fugaz Que luce en la noche umbría, Brilló un instante María En el valle del dolor: Era una vírgen, tan pura Cual de la tarde la brisa, Cuya mágica sonrisa Reflejo era del amor.

La miseria, engendradora de todas las lepras, luce en ellos sus fuerzas y su vigor. De todos los lunfardos es el escruchante el más desgraciado: sus robos son los más fáciles de descubrir, sus condenas son las más largas, sus días son los más negros, pues cuando no está preso lo andan buscando. Es necesario tener una afición desenfrenada a lo ajeno, para dedicarse al escrucho.