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Actualizado: 4 de octubre de 2025
En todas las tribus y lenguas que cubrían y animaban el Nuevo Mundo, en el Anahuac, en el Yucatán, en Guatemala, en la risueña meseta de los Andes, donde moraban los chibchas y en el resto de la América del Sur, sobre todo, entre los quichúas y los guaraníes, germinaba y estaba ya pronta a abrirse como flor hermosa una civilización original e indígena que los españoles arrancaron de cuajo, borrando sus huellas, aniquilando hasta su recuerdo, y, ora destruyendo la raza que iba a dar al mundo esa civilización llena de novedad inaudita, ora sumiendo en la abyección a esa raza por medio de la servidumbre, del oprobio, de rudos trabajos y de inhumanos castigos.
Todo lo encontró mal; revolvió expedientes, descubrió abusos, sacudió polvo, amenazó con suspender sueldos, negó todo lo que pudo, preparó dos o tres castigos, para varios párrocos de aldea y por fin dijo, ya en la puerta, que «no daba un cuarto» para una suscripción de los marineros náufragos de Palomares.
Yo, comprendiendo el partido que podía sacar de mis enfermedades, solía fingir un dolor en el pecho o en el estómago para esquivar los castigos. Me libré muchas veces de los golpes; pero perdí mi reputación de hombre fuerte. «Este chico no vale nada», decian de mí; y hasta hoy creen lo mismo.
El médico hablaba en nombre de la ciencia, para la cual la falta de moralidad y el crimen sólo son resultados de la incultura ó de una regresión parcial del cerebro. Además, ¿de dónde sacaba Urquiola que porque no existiese una sanción divina para la moral, porque el hombre no sintiera el temor á los castigos eternos, se había de entregar á la violencia atropellando á sus semejantes?
Cuando Dios ha preparado castigos para unos actos y premios para otros, ha debido hallar en ellos una diferencia intrínseca; y por esto les ha señalado destinos diferentes; pero segun el sistema que combatimos, los actos no serian buenos sino en cuanto conducentes al premio, y no habria ninguna razon porque condujesen á él los unos con preferencia, á los otros.
Se ven en el mundo cosas muy extrañas añadió Pablo y la misericordia de Dios tiene así... ciertos exabruptos, lo mismo que su cólera. Vienen de improviso, después de largos tormentos y castigos, lo mismo que aparece la ira después de felicidades que parecían seguras y eternas, ¿no te parece? Sí, lo que tú esperas será dijo la Nela con aplomo. ¿Por qué lo sabes? Me lo dice mi corazón.
Atareada todo el día en fregar pisos de casas ajenas, sólo de tarde en tarde podía ocuparse de su hijo, yendo a la tienda del maestro para enterarse de los progresos del aprendiz. Cuando volvía de la zapatería bufaba de coraje, proponiéndose los más estupendos castigos que corrigiesen al pillete. La mayor parte de los días no se presentaba en la tienda.
El mundo que veían era tomado como un oscuro modelo y pronóstico del mundo ideal más allá de la tumba. Dios era un poderoso emperador, un trascendental Diocleciano o Constantino, haciendo su gusto con lo suyo. Sus edictos corrían al través del espacio y del tiempo, sus castigos eran eternos, y cualesquiera que fuese, su justicia no podía ser discutida.
Pero Fray Diego de Berguén tenía en mucho la buena disciplina de la comunidad para permitir que ésta quedase bajo la impresión de la rebeldía triunfante del novicio; así fué que convocando nuevamente á los hermanos les dirigió una filípica como pocas, comparando la expulsión del iracundo Tristán á la de nuestros primeros padres del Paraíso, llamando sobre él los castigos del cielo y advirtiendo de paso á sus oyentes que si algunos de ellos no mostraban más celo y obediencia que hasta entonces, la expulsión de aquel día no sería la última.
El sueldo, aunque corto, bastaba para subvenir á las necesidades de la familia en un pueblo secundario. Miguel, en quien los padres tenían cifradas sus esperanzas, mostró desde bien chico viciosas inclinaciones y horror al trabajo. Ni los golpes del maestro del taller donde le habían puesto, ni los castigos de su padre, que cierto no se los escaseaba, bastaron á enderezar su torcida naturaleza.
Palabra del Dia
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