United States or Anguilla ? Vote for the TOP Country of the Week !


Monstruo benéfico y terrible que siega esa plaga invencible de fecundidad renaciente con un gran esfuerzo de absorción, que se lo traga todo indistintamente: muertos, vivos, ¿qué digo? cuanto encuentra á su paso. El magnífico comedor de la Naturaleza, comedor privilegiado: el tiburón. Mas, tan terribles destructores están vencidos de antemano: á pesar de su furia devoradora, producen muy poco.

Por lo demás, para Goethe el arte tiene su fin propio: la creación de la belleza. Bien es verdad que en esta creación va implicado un fin, moral y social, utilísimo y benéfico: lo que llamó Aristóteles la purificación de las pasiones: lo que Goethe llama el rescate, la redención o la libertad.

Los galanes las seguían paso a paso, guiando el arado, muy enhiesta la crinada pica. ¡Qué benéfico el aire de las montañas!

Así decia dando al pescador la mitad de todo el dinero que traía de Arabia; y el pescador atónito y confuso besaba las plantas del amigo de Cador, y le apellidaba su ángel tutelar. Zadig no cesaba de preguntarle noticias, y de verter llanto. ¿Cómo, señor, exclamó el pescador, tambien sois desdichado siendo benéfico?

¡Generoso señor aquel que evitó a Isidora la angustia y el bochorno de la sala común, apresurándose a pagar la miserable cuota! ¿Quién era aquel ser benéfico que practicaba la caridad tan oportuna y noblemente?

Leopoldina comenzó a alborotar, conmovida a su manera, gritando que aquellos indecentillos eran unos ángeles del cielo, unos santos chiquititos a quienes era necesario venerar, y que en cuanto llegara a la corte había de enviarles a cada uno un par de medias negras, hechas por sus propias manos, con el estambre más fino que pudiera hallarse... Riéronse todos; Currita callaba, sin embargo, sintiendo un extraño enternecimiento que la humillaba y que se apresuraba por lo mismo a combatir, oponiendo a su benéfico influjo el parapeto del orgullo, del inquebrantable orgullo, que viene a ser en el alma como la fortaleza del mal... Aquellos tres novicios, aquellos tres Pedros Fernández en embrión, humillándose por caridad a una mendiga, hiciéronle comprender que aquel otro Pedro Fernández habría podido imponérsele por deber a ella, orgullosa Grande de España, y una luz súbita, semejante a la de un relámpago que ilumina a la vez que aterra, hízole ver claramente lo que antes sospechaba: que aquella carta, que aquella ofensa no venía de un desconocido, de un pobre fraile, de un Pedro Fernández; porque aquella puerta primera que se le cerraba en la vida, no era la puerta de Loyola, era la puerta de Dios...

Dos piezas interiores completaban el cuarto. Cuando Guillermina, comprendiendo el fin próximo de Mauricia, indujo a Severiana a sacarla del hospital por tercera vez y llevarla a su casa, la señora viuda del comandante cedió su cuarto para tan benéfico objeto, trasladando sus muebles al cuarto de otra vecina. Mauricia fue, pues, instalada en la segunda de las dos salitas.

El amor fraternal con que Goethe se unió a Schiller; el influjo benéfico que ejerció en él; el mayor y más alto influjo que Schiller, por repetidas confesiones de Goethe mismo, ejerció en su alma; las Xenias, que escribieron juntos; las más bellas obras del uno y del otro, que mutuamente se consultaban, se corregían y hasta se inspiraban, prueban que Goethe no era egoísta, o al menos, que si lo era, era el más amable y excelente de los egoístas.

Sus gefes eran considerados como simples consejeros; su religion les enseñaba á creer en un ser benéfico llamado Huara, y en un espíritu maligno conocido bajo el nombre de Yochina; mas no profesaban un culto esterior. En resúmen, es de creer que los Pacaguaras pertenecen positivamente á la rama de los Moxos, en razon de la semejanza de caracteres físicos y morales.

Pues a fe mía que ha sido floja mi equivocación dijo Golfín riendo. Yo le guiaré a usted con mucho gusto, porque conozco estos sitios perfectamente. Golfín, hundiendo los pies en la tierra, resbalando aquí y bailoteando más allá, tocó al fin el benéfico suelo de la vereda, y su primera acción fue examinar al bondadoso joven. Breve rato estuvo el doctor dominado por la sorpresa. Usted... murmuró.