Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
No se halló tal cosa entre los que estábamos en esta parte; mas levantóse entre nosotros en nuestra ayuda Samuel, i fué Dios con él i con nosotros, i halló gracia i misericordia para nosotros. Era hombre de pelea i de paz, poderoso en todos los pueblos i gran fabricador. Aconteció esto en los tiempos del rei don Pedro.
Era un hombre de mal gusto. La vieja se acercó al extranjero y a Martín y entabló conversación con ellos. Era una mujer pequeña, de ojos vivos y tez tostada. ¿Usted será carlista? ¿Eh? le preguntó el extranjero. Ya lo creo. En Estella todos somos carlistas y tenemos la seguridad de que vendrá don Carlos con ayuda de Dios. Sí, es muy probable.
Pero cuando vio por segunda vez a Feli empaquetar su trabajo soplando de fatiga, resignada, con sonrisa triste, sintió hondo remordimiento. Deja eso, nena murmuró avergonzado . Yo lo empaquetaré, yo te lo llevaré hasta la puerta de la tienda. Es una canallada permitir que vayas sola... La pobre aún se resistió a aceptar esta ayuda.
Y porque agora el Rey e Reyna nuestros señores tienen e dexaron en el dicho castillo de Triana dos leones que han menester los dichos çinco mill maravedises e mucho más para de que sean mantenidos á vuestra merced suplico mande que los dichos judíos me den e paguen los dichos cinco mil maravedises de cada año para ayuda al mantenimiento de los dichos leones en lo cual al Rey e Reyna nuestros señores fareys seruiçio e á mi fareys merced .
¿Sabéis que á más de ser vuestro superior por mi estado, lo soy también por ser vuestro padre? Padre y señor, hace mucho tiempo que no somos padre é hijo. Tan seguro tenéis, porque os ha repuesto el rey en vuestro oficio de ayuda de cámara del príncipe, que soy hombre al agua, que ya se me os atrevéis. Os encuentro casa de mi querida.
Después venía el personal auxiliar de la familia: un ayuda de cámara andaluz, que lanzaba un che a cada dos palabras para que no le confundiesen con los de la tierra; una institutriz británica, roja y malhumorada; una doncella gallega, con vestido negro y cuello y puños masculinos; otra de pelo cerdoso, achocolatada de tez, los ojos achinados, oblicuos.
¡Ah! ¡tentador! Me parece que vienes demasiado tarde, respondió el ministro fijando las miradas en los ojos del médico, con temor, pero con firmeza. Tu poder no es el que antes era. Con la ayuda de Dios me libraré ahora de tus garras. Y extendió de nuevo la mano á la mujer de la letra escarlata.
No hay más criados que mi viejo ayuda de cámara y esos dos monigotes italianos que ha podido reclutar el coronel. Todo el resto del servicio lo hacen mujeres... Pero aun así, nuestra vida será agradable. Nos aislaremos del mundo, que está loco; no hablaremos de la guerra.
En la Escritura vemos claramente Constar esta verdad muy á la larga, Cuando para regir Moisés su gente Ayuda pide á Dios, y le descarga De la carga pesada; en consiguiente A aquellos buenos viejos se la encarga: De Moysés y su espirítu quitando Aquello que á los viejos Dios fué dando.
Pues he buscado á doña Catalina, cuya bondad conozco, á fin de que me sirviese para con vos de recomendación y ayuda. Bastaba vuestro nombre. No había necesidad de que nadie supiese que yo os buscaba; conócese mi nombre más que mi persona... y cuando se trata de conspiraciones... ¡De conspiraciones! ¡Se conspira! ¿Pero contra quién, caballero?
Palabra del Dia
Otros Mirando