United States or Åland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tienes que pasar tu brazo en torno de su cuerpo me gritaba una voz interior, de lo contrario no descansará bien. Dos veces, tres veces, traté de hacerlo, pero retrocedía de espanto. ¡Si Marta fuera a despertarse bruscamente! Pero no, sus ojos nada veían, sus oídos nada oían. Y me decidí... Entonces se apoderó de una alegría desatinada.

Un criado venía a buscarlo para conducirle al lado del señor Aubry. Apresuradamente, Juan pasó el pañuelo por su cara y salió de la pieza. Entonces María Teresa entró, y a su vez se detuvo ante la imagen que había suscitado aquella crisis dolorosa. Una suave melancolía se apoderó de ella, mientras contemplaba su retrato.

Concediósele lo que pedía, y peleó con sin igual bravura con la tripulación del buque, que mató sola 500 turcos de la galera Almirante de Alejandría, y se apoderó de la bandera de Egipto. Cervantes, expuesto al fuego más vivo, fué herido por tres balas, dos en el pecho y una en la mano izquierda, que después perdió por completo.

En el tono de la voz del joven, o tal vez en el contacto del miserable que luchaba entre sus poderosos brazos, había un no qué indefinible y extraño. Sea como fuere, un terror confuso e indefinible se apoderó del corazón del anciano, que murmuró con voz salvaje: ¿Quién es este sujeto? Carlos no contestó.

Un ruido de pasos en el inmediato corredor le hizo volver al presente. Era un vecino que se retiraba. Nélida no tardaría en presentarse, y era ridículo que él la recibiese vistiendo aún el smoking de la comida. Luego de desnudarse se cubrió con un pijama, tomó un libro, y esperó leyendo y fumando. El interés de la lectura se apoderó de él al poco rato.

Favorecido por una salida que hicieron tus tropas se arrojó con ímpetu sobre Al-Mamun y le derrotó al primer encuentro. Logró escitar con su brillante victoria tu entusiasmo. Entró en primero que Abd-el-Melyk, cerró de improviso tus puertas, ocupó tus muros, se apoderó de tu alcázar, donde estaba medio moribundo tu califa, te impuso su voluntad desde el mismo solio de tus antiguos reyes.

Bien leve era la carga de su instrucción, pero cuando se apoderó de mi el amor á la naturaleza, él me hizo conocer la montaña donde pacían sus rebaños, y en cuya base había nacido. Me dijo el nombre de las plantas, me enseñó las rocas donde se encontraban cristales y piedras raras, me acompañó á las cornisas vertiginosas de los abismos para indicarme el mejor camino en los pasos difíciles.

Con ademán febril le arrancó las disciplinas de la mano izquierda, se las puso en la derecha, le echó nuevamente los brazos al cuello, y, dándole un beso, le dijo muy quedo al oído en tono jovial: Has de dar fuerte, Genovita, porque así lo he prometido a Dios. Un violento temblor se apoderó de su cuerpo al decir estas palabras; pero un temblor delicioso que le penetró hasta los huesos.

Y, loco de alegría, se repetía las palabras de esperanza... Entonces, una ráfaga de orgullo se apoderó de él. Gracias a su energía para el trabajo, podía aspirar a aquella gran felicidad que era toda su ambición: casarse con la que amaba, vivir cerca de ella, tenerla siempre a su lado.

La causa de todos estos males era doña Beatriz. Por culpa de doña Beatriz creía Elisa que se había enamorado del Conde; por culpa de doña Beatriz creía que el Conde la desdeñaba. La cólera se apoderó de su alma; la cólera arrojó de allí todo sentimiento generoso, todo escrúpulo, toda consideración que se opusiera a la venganza.