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Actualizado: 28 de junio de 2025


Además dijo doña Juana acercándose á la joven, tomándola una mano, y poniendo en uno de sus dedos una sortija , quiero que tengas esto mío. ¡Ah! ¿una sortija? Mi anillo nupcial. ¿Y este blasón? El blasón de los Velasco, condes de Haro. ¿Pero por este blasón?...

Ya se le ve como un globo que sobresale por cada lado sobre el apéndice anular, y entonces el anillo tiene la forma de una elipse más ó menos abierta ó aplanada; ya se encuentra el planeta enteramente envuelto; ya, finalmente, se le diría privado de su anillo, que sólo se distingue como una línea recta luminosa, ó á manera de una oscura, que viene á ser la sombra proyectada por dicho anillo sobre el disco de Saturno.

Bernardo cae sollozando sobre su cadáver, y llama á su madre, Jimena, al reanimarse, para que trueque con el muerto su anillo nupcial. Esta escena es la última de la comedia. Las doncellas de Simancas.

Durante mucho tiempo ni aun se la había ocurrido que debía tener un padre. La idea de que su madre debía de haber tenido un marido sólo se le presentó al espíritu el día en que Silas le mostró el anillo que había sido quitado del dedo de la muerta y cuidadosamente guardado por él en una caja de laca barnizada que tenía la forma de un zapato.

A un lado y a cierta distancia del joven señor, se hallaba un rico y elegantísimo narguilé, cuyo flexible y luengo tubo tenía el joven señor asido por el extremo, dejando ver la gruesa boquilla de ámbar, prendida al tubo por un anillo de refulgentes esmeraldas.

Se oía entre las conversaciones de la calle el rumor de los árboles de los patios y el ruido de las limas y el martillo. ¡De toda aquella grandeza apenas quedan en el museo unos cuantos vasos de oro, unas piedras como yugo, de obsidiana pulida, y uno que otro anillo labrado! Tenochtitlán no existe. No existe Tulán, la ciudad de la gran feria. No existe Texcoco, el pueblo de los palacios.

Cuando Pomerantzev hubo conseguido que todos los enfermos se sentasen en semicírculo, la señora de los cabellos sueltos propuso de repente que se jugase un rato al anillo, y no hubo ya tribunal posible. Media hora después, Pomerantzev y Petrov charlaban amistosamente, como si nada hubiera ocurrido: habían olvidado por completo su desavenencia.

9 Si place al rey, escríbase que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata en manos de los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey. 10 Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agageo, enemigo de los judíos,

Pero aunque éste nació como cualquier hijo del hombre, no por eso dejaron de verificarse al exterior algunos prodigios. Observóse en el cielo de Ateca la conjunción nunca vista de las siete Cabrillas con Mercurio; la luna apareció en figura de anillo, y al fin salió por el horizonte un cometa que se paseó por la bóveda del cielo como Pedro por su casa.

Creí que iba a hablarme de ello, pero después de tocar distraídamente el anillo algunos instantes, dejó caer la cabeza sobre la almohada. No cuándo volveré a verle dijo con voz apenas perceptible. Tan luego vuelva a necesitarme Vuestra Majestad contesté. Cerró los ojos. Tarlein y el médico se acercaron. Besé la mano del Rey y salí con Tarlein. No he vuelto a ver al joven soberano.

Palabra del Dia

rigoleto

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