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Los neófitos, entonces, ofendidos, dieron sobre ellos, disparándoles una tempestad de flechas, de que muchos quedaron muertos: irritados, los que pudieron, escaparon, y sólo se recogieron dieciséis de la chusma, que traídos á San Joseph, se redujeron á nuestra santa fe.

Al principio de Agosto partió en su seguimiento el P. Fernández con el P. Juan Bautista Xandra y dos Guarayos, paróse en las tierras de los Guarayos, donde halló á ciertos cristianos que habían venido de la Reducción de San Joseph para exhortar á aquella gente á alistarse debajo de las banderas de Cristo, y consiguieron su pretensión porque abandonando todos su nativo suelo, se redujeron á vivir en nuestras Reducciones.

Las condiciones del duelo se redujeron a que, una vez el sable en la mano, cada uno de los dos combatientes hiciese lo que Dios le diera a entender. Se cerró la puerta de la sala. Las mesas y las sillas se apartaron en un rincón para despejar el terreno. Las luces se colocaron de un modo conveniente.

No ha dejado, empero, el demonio de hacer de las suyas, para arrancarla de aquí viendo cuánto daño se le ha seguido á su partido; pero descubiertas sus trazas y marañas, se redujeron todas á humo. La otra de San Francisco Xavier se pasó trece leguas más adelante hacia el Septentrión y siempre ha ido en aumento, de suerte que ha sido necesario dividirla en otras Reducciones.

Esto le preocupaba, y a este tema se redujeron sus conversaciones familiares por muchos días.

Las expresadas crónicas hacen subir la población de las islas á 100.000 almas, cifra que asimismo nos parece inexacta, no comprendiendo que ni la extensión, ni los productos del suelo pudieran alimentar tal exceso de población, y sobre todo y más que la falta de proporción entre los habitantes y el suelo, en que aquellos, según las mismas crónicas, se redujeron en muy pocos años á más de la quinta parte; disminución incomprensible en tan poco tiempo, teniendo en cuenta la razón de situación de las islas y la casi absoluta incomunicación en que estaban con los demás pueblos.

Los invasores se valían de ellos y conociendo su utilidad los protegían y enriquecían, y algunos no solo dependieron de su voluntad sino que se redujeron á ser sus meros instrumentos.

Las piedras eran bastante grandes, pero, por fortuna, poco resistentes, y las ruedas de la máquina las redujeron a polvo sin desviarse un punto. En ocasión distinta, algunos años más tarde, la fría insania de aquel ser se había manifestado en otra forma, contra mismo.

Fué el caso que habiendo habido una pestecilla en dicho pueblo el año de 1722, se huyeron de miedo por Agosto de aquel año dos parcialidades de gente nueva, no de los Chiquitos, la una no había vuelto tan presto, la otra se encontró con una nación de infieles, á quienes persuadieron se hiciesen cristianos, lo que lograron felizmente, pues luego se redujeron muchos, y volvieron con los fugitivos al pueblo las ochenta familias ya dichas, en que había trescientas almas, y entre ellas un indio, que hecho cautivo por unos Mamalucos que capitaneaba Hernando de Armenta, portugués, se escapó de entre ellos, después de quince años de cautiverio, y vino muy contento.

Ofendida excesivamente la soberbia diabólica de tal desprecio, se echaron sobre él, y con una fiera tempestad de muchos y crueles golpes, le pisaron, hirieron y maltrataron tanto, que le hicieron arrojar por la boca gran copia de sangre; y por más que repitieron los golpes, aunque lo redujeron á los últimos peligros de la vida, nunca pudieron contrastar su constancia.