United States or Tajikistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ofendida excesivamente la soberbia diabólica de tal desprecio, se echaron sobre él, y con una fiera tempestad de muchos y crueles golpes, le pisaron, hirieron y maltrataron tanto, que le hicieron arrojar por la boca gran copia de sangre; y por más que repitieron los golpes, aunque lo redujeron á los últimos peligros de la vida, nunca pudieron contrastar su constancia.

Enfrente, bajo el sol que agrietaba la piel en fuerza de sacar sudor, que hacía humear las ropas y ponía un casco de fuego sobre cada cabeza, enloqueciéndola, estaba la demagogia de la fiesta, el elemento ruidoso que aguardaba impaciente, tan dispuesto a arrojar al redondel los sombreros en honor al diestro, como los bancos y los garrotes en señal de protesta.

Al fin, cuando concluyó de arrojar las flores, la niña permaneció en pie mirando á Ester precisamente como aquella imagen burlona del enemigo que la madre creía ver en el abismo insondable de los ojos negros de su hija. Hija mía ¿quién eres ? exclamó la madre. ¡Oh! yo soy tu pequeña Perla, respondió.

Pues la psicología de estas mujeres podría acaso servir para explicar la de ese alemán que con una rosa entre las páginas de un libro de versos se iba, tiernamente, a arrojar bombas de cuarenta kilos sobre los tejados de París... Ahora, mientras Alemania se desmorona, Berlín arde en fiestas. ¿Depravación? Nada de eso.

La antigua fe intentaba renacer en Luna, pugnando por arrojar lejos las nuevas convicciones que le dominaban; pero las lecturas del día siguiente bastaban para borrar estas reminiscencias que agitaban durante la noche su pensamiento.

Pues no, no le abandono, aunque lo mande quien lo mande. Es mío». Como que te ha costado tu dinero. viii El chico le echó los brazos al cuello y miró a los demás con rencor, como indignado de la nota infamante que se quería arrojar sobre su estirpe.

Así nace y vive el indio, viendo llegar tranquilamente su última hora, sabiendo que sus despojos no han de ser llevados por manos mercenarias y por sus propios deudos, los cuales no tienen el amargo privilegio de verlos arrojar en la fosa común, ese horrible rincón de las grandes necrópolis, donde se hacinan cientos de cadáveres y se compendian millones de lágrimas. ¿Es ó no feliz Ambrosio?

Al salir de la entrevista empezó a sentir una extraña descompostura de estómago, que le sugirió la idea de consultar a un médico amigo suyo, quien, informado por él de haber tomado una copa de licor que se le brindó, le dió un elixir que le hizo arrojar oportunamente el arsénico que el licor disimulaba.

Contrahecho desde que nací, ¿cómo pude engañarme con la idea de que los dones intelectuales podrían en la fantasía de una joven doncella arrojar un velo sobre las deformidades físicas? Los hombres me llaman sabio. Si los sabios fueran cuerdos en lo que les concierne, yo debería haber previsto todo esto.

Era de aquellas mujeres que dicen locuras a todas horas, pero que no las hacen más que con su cuenta y razón; muy capaz de arrojar un millón por el balcón para que le entrasen dos por la puerta, pero demasiado prudente para cascar una avellana con los dientes. Sus antiguos admiradores de Tolón apenas si hubieran podido reconocerla: tanto había cambiado, o, por mejor decir, ganado.