United States or Iceland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Después comenzó el peregrinaje por las oficinas en pos de la soñada patente, que era su riqueza futura, y al cabo de amargas andanzas se mofaron de él, de su invento y de su calva, y los ujieres le echaron al arroyo con vayas y sinrazones. En el café, en la calle, a solas con las fementidas tapias de su mechinal solitario, peroraba con esa exaltación de loco de los inventores.

Viose sobre el pecho de la morisca olvidado por entero de su fe, de su honra, de su patria; acordose de sus fementidas confesiones, de los pensamientos lascivos que él mismo suscitaba durante la misa al observar codiciosamente las formas de las mujeres prosternadas, de las muchas rebeliones de su orgullo contra los claros mandamientos del Señor, de semanas enteras en que no había querido imponerse ninguna mortificación ni rezar una sola vez el rosario. ¿A qué achacar todo aquello sino a sus amores con Aixa?

Alegráronsele los ojos y aun las entrañas a Viváis-mil-años, porque se le ocurrió que la que de tal manera, y con dos que parecían maestros de obras, buscaba trazas y tomaba medidas en la huerta, debía haber comprado la casa, y empezó a echar cuentas con los provechos que tan buena vecindad podía procurarle; porque pensar que a tal divina beldad no habían de acudir como moscas a la miel los enamorados, era ser simple, y ya el rapista inventaba historias y enredos, que daba por seguros, y en los cuales él andaría como una importantísima persona, lo cual le produciría buenos escudos, cuando no sendos doblones; por todo lo cual, y ansioso de inquirir lo que hubiese, dejó la ventana, se dejó ir por las fementidas escaleras, y se lanzó en la calle, yendo a dar con su cuerpo en el bodegón de la tía Zarandaja, que en cuanto le vio acudió a la marmita, llenó una escudilla con uña de vaca y morcilla de lustre, y se fue al cabo de mesa, donde, en lo último del figón, se había sentado, como lo acostumbraba, el señor Viváis-mil-años.

Nunca con alabanzas fementidas Incensaré las luces de tu faz, Solo palabras tiernas y sentidas En vez de incienso mentidor tendrás. No en la trípode de oro del poeta Belleza celestial te cantaré, Pero tendrás mi admiracion secreta, Y poseerás del corazon la . No te diré si es bella tu cabeza, Ni si tienes de Fidias el perfil, Ni si tu frente, cielo de pureza, Está cubierto con estrellas mil.

Gustaba de albergarse en fementidas casas de huéspedes de los barrios del Sur; mudaba de domicilio con frecuencia, y por temporadas, en vez de tener domicilio fijo, pernoctaba en las casas de dormir y comía en las tabernas. El ejercicio de la vida independiente le dio cierto vigor de voluntad, que es propio de los vagos; aguzó su ingenio, precipitó su desarrollo intelectual.