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Antes de abandonar el pueblo, cumplamos con el deber de consagrar un cariñoso recuerdo á su ilustrado párroco, D. Santiago Ojeda, sacerdote indígena, de grandes virtudes y no escasos conocimientos.

Isagani así sorprendido, respondió por una violenta parada como un aprendiz que se defiende: ¡Que ustedes cumplan con su deber! dijo. Fr. Fernandez se enderezó: la respuesta le sonó á cañonazo. ¡Que cumplamos con nuestro deber! repitió irguiéndose; pues ¿no cumplimos con nuestro deber? ¿qué deberes nos asignan ustedes?

9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 10 orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?

Ya qué enfermedad es ésa, pues se compara a todo el infierno junto dijo el Diablillo . Vámonos a casa de nuestra mulata: almorzarás y conmutarás en sueño la pendencia; y acuérdate que has de ser presidente de la Academia, y yo fiscal. Pardiez dijo don Cleofás , todo se me había olvidado con la pesadumbre; pero es razón que cumplamos nuestras palabras como quien somos.

12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo tomará y nos lo recitará, para que lo cumplamos? 13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo tome y nos lo recite, a fin de que lo cumplamos? 14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

Mis aspiraciones están cumplidas. ¡Viva el gran principio de la liberación por el desprendimiento, por la anulación!...». ¡Vivaaa...! Así lo dirán las multitudes, cuando esta doctrina se propague; pero esto no nos toca a nosotros, sino al que vendrá después. Cumplamos y yo la ley de morir cuando nos creamos llegados al punto de caramelo de la pureza.

Sería una verdadera profanación tourista, ocuparse de Albay y no consagrar las primeras páginas al gran Mayon ó Buquid, como le llaman algunos indios. Cumplamos, pues, con este deber, en el siguiente capítulo. El Mayon. Al hablar de Albay no es posible dejar de consagrar un recuerdo al Mayon. El Mayon es uno de los montes más bellos que se conocen en el mundo.

Retorcíase los brazos con tal desesperación que el doctor se compadeció de él y abrazándole le dijo: Oye, Amaury. Nuestra misión redúcese ya ahora a endulzar su muerte en lo posible, yo con mi ciencia y con tu amor: cumplamos nuestro deber con fidelidad. Ahora sube a tu cuarto; ya te llamaré cuando puedas ver a Magdalena.

Y calló, como si aquel «no veo» le hubiese costado un inmenso esfuerzo. Padre dijo la anciana, dirigiendo la palabra al religioso , el señor arcipreste me tenía encargado que cuando viniese su hermano, le dejásemos solo con él. ¡Ohpues cumplamos su voluntad! dijo el fraile y salió. El moribundo y el cocinero mayor quedaron solos.

El pueblo está pidiendo su destrucción, porque cree que es el mejor medio de conseguir la libertad. Cumplamos la voluntad del pueblo. Indescriptibles son el sarcasmo y la diabólica malicia con que Coletilla pronunciaba estas palabras. Ya comprenderá el lector la marcha que llevaban los planes de aquel viejo demonio del absolutismo.