United States or Mauritius ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cuando se propuso a señá Rosa que admitiese en su casa a la bravía hija del pescador, su primera respuesta fue una terminante negativa, como suelen hacer en tales casos las personas de su temple; pero acabó por ceder cuando se le dieron a entender los buenos efectos que podría tener aquella obra de caridad; como hacen en iguales circunstancias todas las personas religiosas, para las cuales la obligación no es cosa convencional, sino una línea recta trazada con mano firme.

Bermúdez de Castro agrega que con la intervención del Condestable de Castilla, del Embajador de Venecia, del Cardenal Legado, se presentó á Enrique IV, exponiendo humildemente su situación y suplicándole que, alzando los juramentos, admitiese la renuncia de la pensión que gozaba.

La Prensa abre camino, hace lectores.... Uno de nuestros propósitos era ese: utilizar la Prensa como vehículo y cargar en ella la cantidad de cosas viejas que admitiese: así se irían repartiendo. Para esto exigencias inevitables del público había que escoger lo raro, lo ameno, lo interesante: aún no está el niño grande para ingerir muchas y serias dosis de paciente estudio.

Por fortuna, Arturo estaba íntimamente relacionado con uno de los hijos del señor de Bourmont, que partía a la siguiente noche para Argel, donde se preparaba una importante expedición, y le rogó que le admitiese en su compañía como voluntario, pero sin comunicar a nadie su proyecto, ni a su tío ni al Rey.

Si lo que en él se dice fuese cierto; si el Señor, irritado por la destrucción de su obra, no admitiese entre sus elegidos a los que así delinquen; si nos separase de Magdalena... ¡Oh! ¡Cuando pienso en que esto pudiera ser!... Aunque sólo hubiera una probabilidad muy remota de que esa amenaza pudiera realizarse sería yo capaz de sufrir, para evitarla, los tormentos más crueles; viviría, si fuera preciso, diez años más... , diez años más de sufrimiento, a cambio de la esperanza de reunirme con ella en la eternidad.

El desgraciado Felipe IV, tan miope para los errores de su política como perspicaz para el decaimiento de la religiosa, atribuyendo sus reveses á la falta de devocion hácia el Arcángel S. Miguel, deseaba que se le hiciesen demostraciones públicas de afectuoso culto, y que se le admitiese por patrono del reino.

El primero y principal era éste: «Todo lo justo no puede ser», al cual servía de corolario este otro: «Lo justo no cabe por ninguna parte». Después había otros de menos importancia, pero igualmente inflexibles; por ejemplo: «Con un me planto yo en Pekín». «El cuándo no existía al comenzar el mundo». De aquí que Martinán no admitiese en la discusión ni síes ni cuándos, lo cual como debe suponerse hacía extremadamente embarazosa y molesta la posición de sus contrarios.

A continuación, y aprovechando el entusiasmo que este hecho produjo en su gente, cargó sobre Buhayen, obteniendo completa victoria, sin conseguir que el temido Corralat admitiese combate.

Sus mejores amigos habían llevado el cadáver hasta un muelle del Neva, colocando un revólver al lado para que la policía admitiese la hipótesis de un suicidio. No; don Marcos no gustaba de estas fiestas nocturnas. Las consideraba peligrosas.

Los comisionados hicieron desde luego presente á los diputados, que esto no era asequible, ni era decente que se hiciera la fiesta fuera del altar mayor; con cuyo motivo desengañados de la imposibilidad de que se admitiese esta propuesta, habian convenido en que la fiesta se celebrase en el altar mayor, si el cabildo les permitia sentarse en bancos teniendo almohadas de terciopelo carmesí, pero el cabildo se negó tambien á esta propuesta, fundado en que la Iglesia de la Seo era Capilla Real, y nadie sino los reyes podian usar en ella de almohadas de seda de aquel color.