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Actualizado: 28 de julio de 2025


Poco después Fortunata sentía sueño y se aletargaba; mas en aquel estado indeciso entre el dormir y el velar, creyó ver a su compañera entrar otra vez en el dormitorio sin que se le sintieran los pasos. Metiose debajo de la cama, donde tenía un cofre; revolvió luego entre los colchones... Después Fortunata no se hizo cargo de nada, porque se durmió de veras.

Llamado á la cabecera del moribundo y como éste le rogara con el ardor de una profunda angustia paternal que uo abandonase á su hijo, Roussel, sin grandes frases ni actitudes dramáticas adquirió el compromiso de velar sobre el huérfano, al que apenas conocía.

El pulso está perfectamente tranquilo. Reposo, María, reposo. Te matas a fuerza de trabajo. Hace algún tiempo que tus nervios se irritan de un modo extraordinario. Tu sistema nervioso se resiente del impulso que das a los papeles. No tengo la menor inquietud, y así me voy a velar un enfermo grave.

Si llega a casarse con algún humilde obrero, entonces, haga lo que hiciera por ella, ya no dependerá de el hacerla feliz. Vos le cerráis el camino del bienestar, y aunque me sea penoso ofenderos después de lo que vos habéis hecho y yo no hice, comprendo que ahora tengo la obligación de insistir en velar por mi hija. Quiero cumplir con ese deber.

»He jurado a Teobaldo me dijo, no hablar a usted de mi amor y sostendré este juramento. Pero había ofrecido también velar por usted, protegerla, dedicarle mi vida entera, y cumplo esta promesa. Soy un amigo... un hermano... que nada pide para , sólo desea ver a usted... porque vivir sin verla me es imposible, lo he ensayado y no tengo el suficiente valor para privarme de ello; preferiría morir.

Compondriase de dos distintas Cámaras, cuyas atribuciones eran: en la una, el velar de la educacion de los niños desde su cuna hasta la edad de 12 años; y en la otra, la de castigar los vicios con el oprobio y la infamia, y dar el premio conveniente á las virtudes públicas por medio de los honores.

Sin duda sospechaba algo, y como persona de mucho pesquis, no se tragaba ya aquellas bolas del estudiar fuera de casa y de los amigos enfermos a quienes era preciso velar. A los dos días de aquel en que el exaltado mozo se arrancó a prometer su mano, doña Lupe tuvo con él una grave conferencia.

Botín es un verdugo: no la deja salir de casa; no la deja asomarse al balcón... Te digo que me gustaría que el señor Botín y yo nos viéramos un día las caras... Yo soy padrino de tu hermana, yo soy su segundo padre, y debo velar por ella... ¡Luego el pobre Riquín estará tan solo, extrañará tanto no verme a todas horas y no jugar conmigo, como antes!... Porque has de saber que Riquín no quiere a nadie más que a ; me quiere más que a su propia madre.

Llegado á la capital el 10 de septiembre, le visitaron los señores del Consejo de Estado, confirmando las órdenes que del Rey tenían recibidas para velar, sobre todo, por la seguridad.

Satisfecho el hidalgo, muy correcto y galante, dijo que la señora debía disimular lo desagradable de su visita, pero que era su deber velar por aquella niña y que se congratulaba de que fuesen infundadas las acusaciones que se le habían hecho.... Tal vez un exceso de solicitud..., o alguna mala interpretación, había dado lugar a aquel «incidente», que él lamentaba.... La señora perdonaría....

Palabra del Dia

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