Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de octubre de 2025
Puede ser; pero no bueno. Porque sufrir cada día Un trabajo tan inmenso Como andar la ciudad toda Y asistir en el convento, Que labra con tanta priesa Trabajando y disponiendo, Y hallarse presente en casa Cuando importa, siendo cuerpo Humano, fuera imposible, Sin que tal vez por lo menos El cansancio le rindiera. Sólo asegurarle puedo, Padre, que Dios lo ha enviado; No examinen sus misterios.
Este Roberto era un mocetón que se había «emancipado de la tiranía patronal», según sus propias palabras, trabajando solo en su casa. Una pieza casi subterránea le servía de habitación y de taller. La compañera, á la que llamaba «mi asociada», corría con el cuidado de su persona y del hogar, mientras un niño iba creciendo agarrado á sus faldas.
Deslizábanse los días en santa calma, trabajando mucho, pero sin que un leve contratiempo viniera á turbar la monotonía de una existencia laboriosa. Algo se había enfriado el afecto que mostraron todos los vecinos al enterrar al pequeño.
Unos iban a América, otros a las misiones de la China, otros se quedaron con sus familias, y otros se fueron a buscar la vida trabajando o pidiendo limosna.
Sólo es impecable y moralmente bella, en el seno de tan abominable familia, la madre, Felícitas, llena de resignación y mansedumbre, desvelándose y trabajando para que los otros vivan y para que vivan sin deshonra ni vergüenza.
Al recorrer la ciudad en todas direcciones y visitar algunos almacenes de bordados y objetos artísticos, nos parecia que íbamos á encontrar muchedumbres de obreras trabajando en esos bordados y preciosos encajes, que ostentan con vanidad las damas elegantes de Paris, Lóndres ó Viena. Nada de eso.
El monarca le dejó libre, diciéndole que quien sabía ejecutar obras como aquella, no había menester el oro ni la plata. Vuelto Herrera á su casa, continuó trabajando, pero siempre apartado del trato de las gentes, siempre solitario y siempre mal humorado.
Sumergido toda su vida en el golfo de los intereses materiales, trabajando, comerciando, lucrándose y no tratando más que con hombres que hacían lo mismo, no se le presentó nunca a la imaginación la idea de Dios, del alma y de la otra vida. Ahora, viejo ya, sereno, desocupado, se filtraron de rondón cuando menos podía esperarse en su espíritu financiero.
Se fue a un agujero muy grande que hay allá arriba dijo Nela, deteniéndose ante el doctor y dando a su voz el tono más patético y se metió dentro. ¡Canario! ¡Vaya un fin lamentable! Supongo que no habrá vuelto a salir. No, señor replicó la Nela con naturalidad . Allí dentro está. Después de esa catástrofe, pobre criatura dijo Golfín con cariño , has quedado trabajando aquí.
Desde hace algunos siglos álguien, muy tonto y desocupado, se entretuvo en cavar la gruta sobre el borde del abismo. Un solitario mas tenaz, piadosamente ocioso, ensanchó la obra y la completó, hácia fines del siglo XVIII, trabajando con solo un compañero por espacio de veinte años.
Palabra del Dia
Otros Mirando