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Actualizado: 17 de junio de 2025


Entre sus síntomas nerviosos, los dolores son profundos; consisten en tirones acompañados de calosfríos, de sacudidas, de malestar, y seguidos de temblores y debilidades paralíticas, que algunas veces vienen precedidas de sobreescitacion de los sentidos. Este medicamento difiere del causticum, por las hinchazones serosas y por sus tumefacciones blandas.

Veíanse ya asaltados en sus casas de la Rúa Nueva o de Caborana y asesinados crudelísimamente. ¡Sobre todo aquellos tirones! ¡Santo Cristo, qué atrocidad! Pasados los primeros momentos de sorpresa, comenzaron los comentarios en voz baja. Los ladrones no serían de muy lejos. Sin embargo, no se recordaba que en Sarrió ni en sus alrededores hubiera pasado jamás una cosa semejante.

En seguida, y mientras quedaba el droguero como fascinado, con los ojos muy abiertos y la mano en el aire, volviose hacia la Esfinge; la hizo una elegante reverencia; y, sin acabar de enderezar el talle, salió por donde había entrado, acompañada de unos cuantos campanillazos que se oyeron, en virtud de otros tantos tirones que dio a un cordón la Esfinge desde su asiento, para que abrieran la puerta de la escalera; de un sin fin de excusas del complaciente Núñez, y de estas pocas palabras entre dientes, con que la droguera contestó al saludo.

En esta situación de ánimo convino en que Nicolasa debía casarse con D. Casimiro; en que él debía seguir siendo su hermano, sin pensar, ó sin decir al menos que pensaba en otra cosa; y concibió con claridad, más que por el discurso y las razones, por los blandos cogotazos y por los tirones de orejas, toda la suavidad, hechizo, consistencia y deleite del amor espiritual que á Nicolasa le ligaba.

Baudry-d'Asson, un nulo de la derecha, cuyo faldón izquierdo está en manos del obispo de Angers, lanza improperios a cada instante, a pesar de los reiterados tirones de su mentor; a despecho del orador, se traban diálogos particulares insoportables; los ministros, en los bancos centrales, conversan con animación, mientras son vehemente y personalmente interpelados en la tribuna, y sobre toda aquella vocería, movimiento, exasperaciones, risas, gritos y denuestos, las tribunas silenciosas, graves, inmóviles en su perfecto decoro.

Y ésta era la causa del revuelo y algarabía de antes. Los viejos zarandeaban a Apolonio, disputándoselo a tirones de chaqueta y formulando, desde luego, solicitudes para lo futuro. Apolonio recibe, embriagado de dicha y vanagloria, como falso ídolo, las preces de aquellos infelices.

Corrió a abrir, pero ya ella había echado mano al cerrojo; por cierto que se encolerizó porque resistía a sus débiles tirones. Adiós, adiós; hasta el sábado dijo en voz de falsete. Hasta pasado mañana. No, no; hasta el sábado. Bajó la escalera con la misma precipitación con que la había subido, hizo otro gesto imperceptible de despedida al portero y salió a la calle.

En un principio limitose a arreglar el cuello, disimulando lo mejor que pudo su disgusto; pero la bilis se le fue exacerbando poco a poco, perdió al cabo la paciencia, y cuándo creía que no le observaban, comenzó a dar vivos y fuertes tirones a las solapas.

Ni á dos tirones me harían despegar los labios; y allí mismo hubiera roto el manuscrito, si el Duque, que era la misma benevolencia, no me obligase á proseguir, con ruegos y cortesanías, que vencieron mi modestia y trocaron en valor mis fundados temores. Busqué, pues, en mi manuscrito el punto donde había quedado, y leí lo siguiente: «El joven Alejo era pobre, muy pobre.

¡Es la guerra! dijo Freya. ¡Claro que es la guerra! repuso la doctora, como si le ofendiese el tono de excusa de su amiga . Y es también nuestro derecho. Nos bloquean, quieren matar de hambre á nuestras mujeres y nuestros niños, y nosotros les matamos á los suyos. Sintió el capitán la necesidad de protestar, sin hacer caso de los gestos de su amante y de sus tirones ocultos.

Palabra del Dia

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