Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de mayo de 2025


Junto a la chimenea se veía uno de esos asientos llamados confidentes, dispuestos en forma de ese, donde una pareja puede mirarse rostro a rostro, llegando tibio el aliento del que habla a la oreja del que escucha: para diálogo amoroso, imposible hallarlo mejor; pero no era mueble incitante y traidor de aquellos en que la castidad suele reclinarse sana y levantarse herida.

Estas libaciones sagradas fueron frecuentes. Las risas de Freya hacían volver la vista á los ingleses, interrumpiéndolos en su concienzudo trabajo. El marino se sintió invadido por un tibio bienestar, por una sensación de reposo y confianza, como si esta mujer fuese ya suya indiscutiblemente.

Qué importa morir, si solo, He vivido en este mundo, Donde corre un aire inmundo Que no puedo respirar: Si mis lágrimas cayeron Confundidas en el cieno, Sin bañar el tibio seno Del amor á la amistad!

La luna blanqueaba las copas de los manzanos, cubiertos por la nieve de sus menudas flores. Los melocotoneros extendían a lo largo de las paredes sus ramas, abiertas en abanico, llenas de capullos. Carlos respiraba el aire tibio de la noche, cuando oyó un cuchicheo y prestó atención. Estaba hablando su hermana Catalina, desde la ventana de su cuarto, con alguien que se encontraba en la huerta.

Aquel odio hacia Clotilde que Julia no podía encubrir ¿era expresión más o menos exagerada de desprecio y superioridad, o era el rencor de un alma a quien se habían cerrado las puertas de la dicha? En una palabra, ¿habría Julia sentido por Molínez un amor tibio y pasajero, ya extinto, o una de esas pasiones que en la adversidad se exacerban y llenan toda la vida?

Pero Rafael estaba ebrio de pasión. Le trastornaba el contacto tibio de aquel cuerpo tantas veces deseado en su aislamiento; las emanaciones perfumadas de voluptuosidad con que impregnaba el interior del carruaje. Todo lo olvidaría por ella; familia, porvenir, posición. El sólo la necesitaba a ella para vivir y ser feliz. Huiré contigo; todos me son extraños cuando pienso en ti.

El viento siguió soplando cada vez más vivo; un viento tibio y húmedo que los presos encontraban asaz siniestro. Los árboles que bordaban las orillas de la carretera se retorcieron angustiados, dejando caer toda el agua de que estaban cargados.

Entretanto, el ministro paladeaba el te, y decía: ¿Qué le parece esta bebida, amigo? Buena, ¿eh? también me he hecho llevar algunos paquetes a casa, porque es un te delicioso, y a mi mujer le gusta mucho. Y don Bernardino, elogiándolo como se merecía, aunque estaba tibio y revuelto y muy cargado, te de negro, en fin, creyó llegado el momento de dar el empujoncito que se había propuesto.

En el mismo instante, algo blando y tibio chocó en una de sus mejillas escurriéndose por los hilos de su barba. ¡Su Luis, su hermano, le había escupido en el rostro!

El mar estaba fosforescente. Por todos lados las luces eléctricas marcaban el sitio de los barcos anclados y un viento tibio y ligero cantaba en las vergas. Innumerables estrellas bordaban el cielo en sus resplandores de oro pálido. La joven estaba mordisqueando una rosa y miraba al mar sin decir palabra. Jacobo, á su lado, escuchaba distraídamente una música que se oía á lo lejos en la oscuridad.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando