Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de noviembre de 2025


Más de una vez he notado que el pacífico pescador no agradecía mi presencia que turbaba sus ritos casi religiosos; no volviendo hacia la cabeza ni haciendo un gesto de impaciencia, he comprendido no obstante, su hostilidad, y, temeroso de excitar su ira, he pasado por detrás de él, marchando sobre la hierba y conteniendo hasta el aliento.

Si creéis esta verdad, no admitirá ningún desmayo mi esperanza; pero si no me creéis, siempre me tendrá temeroso vuestra duda.

Al pronunciar estas últimas palabras Salomón se inclinaba hacia todos lados con solicitud, temeroso de faltar al respeto que debía. Después se puso inmediatamente a preludiar, y pasó luego a tocar el aire que sabía que el señor Lammeter consideraría como un cumplimiento personal.

Capítulo XLVI. Del temeroso espanto cencerril y gatuno que recibió don Quijote en el discurso de los amores de la enamorada Altisidora Dejamos al gran don Quijote envuelto en los pensamientos que le habían causado la música de la enamorada doncella Altisidora.

No insistí más que en las escaramuzas. En una de ellas, mientras esperábamos un convoy enemigo ocultos en un bosque de robles, sentí cierto campanilleo extraño y temeroso. Eran las espuelas de los soldados de caballería, que chocaban, por el temblor de las piernas, con las vainas de los sables. ¿Cómo por el temblor? Yo pensé que los valientes voluntarios del rey no temblaban jamás. ¡Oh!

Tierna la de don Quijote, temeroso de que no se le acabase la vida, y no consiguiese su deseo por la imprudencia de Sancho, le dijo: -Por tu vida, amigo, que se quede en este punto este negocio, que me parece muy áspera esta medicina, y será bien dar tiempo al tiempo; que no se ganó Zamora en un hora.

Justamente, al pensar esto, asomaba Gonzalo por la esquina de la misma calle. Acababa de llegar de Lancia en la diligencia, y se dirigía a casa. Al tropezar con el criado, le preguntó sorprendido: ¿Adonde vas, Ramón? El servidor acortado, temeroso, después de vacilar unas instantes, le respondió: A matar el perro. La estupefacción del joven fué tan grande, que pareció quedar petrificado.

Las nueve sería, cuando los tres entraban por el portal de la casa de corredor, y no fue poco su asombro al ver en el patio resplandor de hoguera y multitud de antorchas, cuyas movibles y rojizas llamas daban a la escena temeroso y fantástico aspecto. ¿Qué era aquello?

En No hay burlas con el amor se nos ofrece una dama presumida y muy llena de su importancia con vis cómica extraordinaria, y á la vez un enredo que consiste en las pretensiones de un galán enamorado verdaderamente de la hermana de aquélla, pero temeroso de los obstáculos que puede suscitarle tan vana é insensata señora, por cuya razón finge amarla y habla con ella con frases rebuscadas, logrando de este modo conseguir el objeto que su pasión le inspira.

La probabilidad de que en el momento menos pensado se presentara la policía en la casa buscando a su hermano, asustó a Pepe, temeroso de la impresión que tal lance pudiera causar en el ánimo del pobre viejo.

Palabra del Dia

aquietaron

Otros Mirando