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Actualizado: 1 de junio de 2025


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Margarita de Austria le clavó una mirada iracunda, que la otra sostuvo sin pestañear. Luego, acercando la boca a su oído, le dijo con rabioso acento: Si usted no me sigue ahora mismo, llamo a dos criados para que la saquen del salón a viva fuerza. La reina de Escocia se estremeció; pero tuvo aún ánimos para contestar: Deseo ver al señor duque.

Su mujer le respondió que eso era porque los maridos no entraban allí, habiéndolo prometido así San Pedro a Santa Genoveva. En cuanto a Momo, sostuvo que una vez que la Gaviota había encontrado marido, bien podía la epidemia no perder las esperanzas. Rosa Mística lo tomó por otro estilo. María había aumentado el catálogo de sus agravios con uno de fecha reciente.

Mendiburu dice que, al principio, encontró el uso de la quina fuerte oposición en Europa, y que en Salamanca se sostuvo que caía en pecado mortal el médico que la recetaba, pues sus virtudes eran debidas a pacto de dos peruanos con el diablo. En cuanto al pueblo de Lima, hasta hace pocos años conocía los polvos de la corteza de este árbol maravilloso con el nombre de polvos de la condesa.

Un grato escalofrío hizo temblar su espalda: estremecimiento de frescura por el viento que levantaba el buque en su marcha y que corría sobre su piel, hinchando la tela del suelto kimono; estremecimiento de miedo al verse suspendida en el vacío y la noche, bastándole un leve movimiento de retroceso para caer en el mar. Ojeda la sostuvo, agarrando sus piernas.

Matalinares sostuvo que no por el peligro del feto, sino por corruptelas y consideraciones de conveniencia o por privilegios apostólicos para determinadas personas de distinción, se había tolerado la entrada de mujeres en clausura de regulares, y que eso de los antojos era grilla y preocupación.

Ardía aún después de ocho años aquella pasión que había resistido a la falta misma del vaso de deleite; que ultrapasaba la muerte capital del organismo que la creó, la sostuvo, y no fué capaz de aniquilarla consigo; que sobrevivía monstruosamente de misma, transmutando el ansia causal en supremo goce final, manteniéndose ante la eternidad en una rugosidad del viejo cráneo.

Un año, Urquiola, siendo estudiante del último curso, se había cubierto de gloria sustentando un tema propuesto por los maestros tras larga deliberación. «¿Los Borbones, subiendo al cadalso en Francia, expiaron los atentados de su familia contra la Compañía de Jesús?»... Urquiola sostuvo la afirmación, demostrando que la guillotina había sido un medio indirecto de Dios para castigar á los reyes que osaron expulsar de sus dominios á los jesuítas. ¡Muerte é infierno para los que se atrevían á perseguir á los verdaderos representantes de Jesús!... Su contradictor mantuvo opiniones de dulzura y olvido, objeciones humildes y tímidas, preparadas por los maestros.

Don Francisco Viedma , intendente de Cochabamba, movido por los sentimientos mas liberales, quiso sustraer de la esclavitud á los habitantes de Moxos; pidió la emancipacion de esta provincia, y su sometimiento á las leyes que regian las demas posesiones españolas del nuevo mundo; pero la audiencia de Charcas sostuvo el reglamento de Rivera, que en 1832 aun servia de régimen á los administradores.

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