Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de julio de 2025
El instinto, más bien que la reflexión, hízole comprender entonces el riesgo que corría ella misma y huyó de nuevo por la calle del Caballero de Gracia, sin detenerse un momento, sin resollar siquiera, sin ver nada ni oír nada, ni pensar nada tampoco, hasta que, jadeante y sin saber cómo, se encontró en su boudoir, rígidos los miembros, huraña la vista, fuera de las órbitas los ojos, teniendo delante el negro de ébano, que levantaba en lo alto la lámpara encendida como para alumbrar en su entendimiento el horrible cuadro y que le mostraba con temerosa inmovilidad los blancos dientes en su sonrisa siniestra, eterna como la mueca del condenado.
El Estado cordobés muere con Almanzor, y despues de la consternacion que con tan siniestra noticia se apodera de sus soldados, despues del llanto que todos derraman por el ilustre general que siempre los habia conducido á la victoria, y á quien miraban como su padre y defensor, no es ya posible que el genio del Oriente vuelva á sonreir en mucho tiempo sobre la tierra del Guadalquivir.
Varios socios del Veloz corrieron al hospital a ver el cadáver, y en la esquina del ministerio de la Guerra viose todo el día un gran cerco de gente contemplando con cierta curiosidad pavorosa el pie de aquella ventana en que parecía vagar aún la sombra siniestra del crimen.
Al llegar cerca de su cuarto, sin miedo a nada ni a nadie del mundo, desasida de la tierra, elevada a todas las excelsitudes de la gloria, una sombra siniestra cruzó a su lado; la vió desvanecerse hacia el fondo oscuro del corredor. Con el corazón acelerado, entró en su aposento, y, buscando cerillas en su mesa, encendió una luz.
Otra cosa sería si yo hubiese permitido al gozquecillo morderme más profundamente. ¿Pero, le han dado muerte? Todavía no. Esperamos a ver si su mordedura es nociva. ¿Y si lo fuese? preguntó Miguel con su siniestra sonrisa. Lo despacharíamos en un santiamén, hermano. ¿Pero no volverás a jugar con él? preguntó Flavia. Puede que sí. ¿Y si vuelve a morderte?
Yo también dijo Maximiliano de una manera siniestra , te he comprado a ti esta tarde un regalito... Mira. Alargó el brazo para sacar de debajo de la mesa algo que ocultó al entrar. Era un objeto envuelto en papeles, que descubrió lentamente, cuando ella se inclinaba risueña para verlo. «¿A ver... qué es?... ¡Ay!, un revólver...».
Por la presilla lo fijó en su cuerpo Y por la argolla se lo dió á su amigo Quien se admiraba hallar un enemigo En el hermano que le diera Dios; Pero impulsado por feroz orgullo Asió del lazo en la siniestra mano, Y á gran galope atravesando el llano Tirante el lazo entre los dos quedó.
Los antiguos, como más próximos al origen de la creación, distinguían con mayor acierto la jerarquía, utilidad y belleza de los miembros; a todos los miembros anteponían en dignidad el pie; después de éste seguía la cabeza; luego, algo que no quiero nombrar; en cuarto grado, la mano siniestra, la del escudo; en quinto, la diestra que empuña el arma; y así sucesivamente.
A un lado y otro volvía los ojos con tierna inquietud, hasta que, dejando ir su diestra y linda mano debajo del pecho, y con la siniestra manteniendo la hermosura de su mejilla, fija la vista en la luna, que ya parecía entre los cielos, estuvo extática un breve instante, hasta que, dando un blando aliento, y casi sin abrir los labios, y como si esta armonía se le deslizara furtivamente por ellos, cantó esta cantinela, por aquel tono triste y penetrante de los cantares moriscos: CANTINELA
Otro que también se sorprende mucho al verme, es el vecino del piso primero, un viejo búho, de siniestra catadura y rostro de pensador, el cual reside en el molino hace ya más de veinte años. Lo encontré en la cámara del sobradillo, inmóvil y erguido encima del árbol de cama, en medio del cascote y las tejas que se han desprendido.
Palabra del Dia
Otros Mirando