Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
Para que la mayoría de los hombres no se sientan inclinados a expulsar a las golondrinas de la casa, siguiendo el consejo de Pitágoras, es necesario argumentarles, no con la gracia monástica del ave ni su leyenda de virtud, sino con que la permanencia de sus nidos no es en manera alguna inconciliable con la seguridad de los tejados.
Aquí hay todavía mucha gente dijo don Benigno. Don Segis se mostró humilde también esta vez, siguiendo el impulso de su compañero. En la calle de Caborana, esquina a la del Azúcar, que la pone en comunicación con la Rúa Nueva, se situaron ambos como punto estratégico por donde el enemigo había de pasar, dado que su casa estaba situada al final de la calle de Caborana.
En la biblioteca del duque de Osuna existía manuscrita la comedia de Miguel Sánchez La isla Bárbara, con la licencia para representarse de 25 de enero de 1611, y de 12 de enero de 1614. Es verosímil que el Miguel Sánchez Vidal, después mencionado, siguiendo á Latassa, sea este mismo. D. N. Antonio le consagra un largo artículo en su Bibl. Hisp. nova, I, 114, igualándolo á Lope de Vega.
Cuando se estaban tomando todas las disposiciones para verificarlo, llegó al campamento el corregidor Orellana, acompañado de muchos oficiales, y llenos de gozo refirieron, que los rebeldes habian desamparado aquella noche su situacion, y que segun se reconocia, se habian dividido en varios trozos, siguiendo cada uno distinta direccion.
Santo y bueno dije yo siguiendo el tono que me daba Neluco : la mejoraré si ustedes se empeñan. Pero añadí formalizándome de veras , ese estudio que me recomienda usted, hasta para entretenimiento de las horas de estos días, ¿cómo le hago? ¿por dónde comienzo?
Quedaban dos pajes cerca de la bitácora velando la ampolleta, un reloj de arena que molía dejaba pasar su contenido en media hora. Así medían el tiempo en la obscuridad de la noche. Y siguiendo una tradición, decían los pajes al entrar de guardia: Bendita la hora en que Dios nació, Santa María que lo parió, San Juan que lo bautizó.
Los relojes estaban locos indudablemente, lo mismo que su cabeza, que parecía dar vueltas, siguiendo el ritmo de una música dulce. Tuvo la sensación de que pasaron varias veces por el mismo lugar, andando y desandando el camino, sin saber lo que hacían. ¿Qué importaba?... Lo interesante era estar juntos. Hubo un momento en que despertaron, viéndose sentados en un banco de la plaza del Casino.
Veo que tienes buena opinión de ti respondió el cura, que hacía esfuerzos por tomar severo aspecto. ¡Ah, excelente! Bueno, y ahora; ¿quieres o no quieres escucharme? Estoy cierta continué yo, siguiendo mi idea, de que Holofernes era infinitamente más simpático que mi tía, y de que me hubiera entendido con él perfectamente. Por lo tanto, no alcanzo a ver lo que me impediría imitar a Judith.
Hablábanse en voz baja, estrechadas sus manos y mirándose en los ojos, cuando el señor de Sontis sorprendió en la mirada de Juana una llama, que ciertamente no le estaba designada; volviose inmediatamente hacia el lado del bosque, siguiendo la dirección de la mirada de la joven, y vio, algo oculto entre los árboles, hacia la extremidad del camino, a un hombre que parecía indeciso en continuar o no; aquel hombre dio súbitamente vuelta a la espalda, y tomó otro camino, desapareciendo entre el ramaje.
Los buques de guerra que navegaban siguiendo la costa para impedir que el gigante se lanzase mar adentro se metieron en el puerto ó se alejaron á toda máquina, perdiéndose en la línea del horizonte, como si se les acabase de ordenar un rápido viaje.
Palabra del Dia
Otros Mirando