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Actualizado: 30 de abril de 2025
El crepúsculo, abriendo la noche por Oriente, hace brillar los astros con claridad creciente, descolora el ocaso su franja de carmin; sobre el agua, el reflejo de los astros se mece, surcos, senderos, bosques, todo se desvanece, el pasajero inquieto duda por dónde ir. El dia es para el dolo, el mal y la fatiga. Recemos. Vé la noche. ¡La noche, dulce amiga!
Cuando las campanas empezaban á repicar para la misa de la media noche y los que preferían un buen sueño á todas las fiestas y ceremonias se despertaban refunfuñando contra el ruido y la animacion, Basilio bajó cautelosamente de la casa, dió dos ó tres vueltas por algunas calles y, convencido de que nadie le seguía ni le observaba, tomó por senderos poco frecuentados el camino que conducía al antiguo bosque de los Ibarras, adquirido por Cpn.
En esta primera jornada por el Mamoré, se avistan varios campamentos de indios salvages, y á cada paso se notan en las barrancas los angostos senderos por los que bajan al rio, particularmente sobre la ribera derecha, cuyos terrenos son mas elevados.
Mi amada recobró su alegría y su gracia seductora, Íbamos lentamente por los frondosos senderos del bosque y habíamos olvidado el objeto de nuestro paseo, cuando vimos venir a nuestro encuentro, muy lejos aún, a Elena con Polidora, que no nos habían visto y se detenían de vez en cuando para cortar flores. Ahí tiene usted al retoño de Lacante en su elemento dijo Luciana con un dejo de desdén.
Lo conocía sin haber pasado nunca por él, como conocía todos los caminos y senderos de los Andes, donde hombres y cuadrúpedos son menos que hormigas, trepando lentamente por las arrugas y las aristas de unas montañas tan altas que impiden ver el cielo. Su padre se había dedicado al arrieraje, y todos sus antecesores vivieron del ejercicio de la misma profesión.
Nosotros, por lo mismo que no somos sabios, escribimos difusamente cuanto se nos antoja; pero no debemos imaginar que enseñamos, ni que mejoramos a la humanidad, ni que le abrimos nuevos y ocultos senderos.
Desde abajo parece aquello una continuación de la roca, una escotadura de la cima, ora deslumbrante de claridad, ora ennegrecida por la sombra. Súbese allí por senderos vertiginosos que diariamente tienen que bajar los aldeanos para cultivar sus campos, y que tienen que subir de nuevo todas las noches, después del largo trabajo diario.
El aspecto general de la ciudad es melancólico, pero sus pendientes senderos escalonados desde el rio, los bosques que la rodean y coronan la montaña, la majestad de sus altas rocas escarpadas y los risueños paisajes del vecino valle, dan una hermosura particular á todo el panorama.
Y llegó, y la invitó a bailar; y Luz, sin dudar un solo instante, se levantó de su asiento, enlazó su brazo con el brazo que le ofrecía el mancebo, y se fue con él por el salón adelante... ¡Lo mismo que cuando se iban por los tortuosos y blandos senderos de su mundo! No bailaron..., ¡qué habían de bailar?
Más tarde, guiaban sus pasos en los senderos difíciles de la vida, y cuando ésta llegaba a un período supremo, ellos sostenían al débil viajero en las avenidas de la tumba y le abrían la eternidad. Que no se diga que el desgraciado es un anillo roto en la cadena de los seres. El pobre expirante sobre la paja, estaba al menos acompañado de sus exhortaciones y de sus consuelos.
Palabra del Dia
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