Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de junio de 2025
Si no la veo hace mil años.... Esa fresa es mía exclamó arrebatando una que Amparo llevaba a sus labios. Ella se la dejó robar, confusa, ruborizada y satisfecha. ¿Y a su casa... tampoco va usted? Tampoco... no seas celosa, chica. ¿Por qué hemos de hablar siempre de la de García, y no de ti? ¡De nosotros! añadió con expresión de contenida vehemencia.
No; no se fundó mi amor en la estimación de las prendas de su alma que yo desconocía, sino en vana soberbia satisfecha, y en ciegos instintos, en groseros estímulos acaso, al verle gallardo y bello de cuerpo. Me avergüenzo de haber sido suya, y de la inclinación que me llevó a ser suya.
Pensaba poder continuar hoy lo que yo llamo con cierto énfasis «mis estudios históricos,» pero había contado sin la abuela. Lo que le conté del resultado de mis investigaciones la tenía muy contrariada, según pude juzgar por su expresión nada satisfecha, al tomar el desayuno. Estas chiquillas murmuró al sentarse a la mesa, tienen una independencia y unas ideas...
Satisfecha de lo que había realizado, y con cierta confianza en el éxito, se dirigió lentamente hacia el Saladero. ¡Largo y tremendo día, inmensa y pesada noche! Hay horas que parecen pedazos arrancados a las pavorosas eternidades del infierno. La Sanguijuelera esperaba, esperaba, y el indulto no aparecía.
Dios, si me muero, y el pensamiento vive más allá de la muerte, estaré viendo toda la eternidad esta carita graciosa, con su expresión celestial, estos ojos serenos y risueños, esta cabellera oscura con ráfagas blancas que le hacen tanta gracia... esta boca, que no habla sin que me duela el alma. ¡Pobre ángel!, su única pasión es la maternidad, sed no satisfecha, desconsuelo inmenso.
En su triste situación sintió por él vivo reconocimiento, y acaso Lady Clara, como siempre, poética y sensible, atribuyó a profundas emociones y a la conciencia satisfecha de una buena acción, el ahuecamiento del pecho del chino que en realidad era debido a la presencia del pañuelo y del tapete debajo de su vestimenta.
El corazón de la hija, hay que confesarlo, no padeció gran cosa. Aquella desgracia no apagaba por entero el rencor que despertaba en su alma el recuerdo de los amarguísimos días que acababa de pasar. Su venganza no estaba satisfecha porque veía a la Amparo rica y feliz.
Satisfecha ya la tirania de los cómplices, con tantos y tan trágicos sucesos, procuraban cohonestar sus maldades con algun específico pretesto, por si quedaban sometidos á la obediencia del Rey.
Como mujer de Estado, tenía satisfecha su vanidad, creyéndose uno de los primeros y más importantes resortes del gobierno. Como mujer particular, había pasado de la edad de las pasiones, gozaba del respeto y de la consideración de todo el mundo, y pasaba la parte de vida que la dejaban libre los delicados deberes de su alto cargo, rezando, leyendo vidas de santos ó durmiendo.
Todo me anuncia una buena noticia. La desgracia no puede durar tanto tiempo, ¿no te parece? Es como la mala suerte en el juego: acaba por pasar; lo que importa es tener fuerzas para resistirla... Debería sentirme satisfecha. La emoción apenas me ha dejado dormir esta noche... He pasado de los treinta; ya sabes: esos treinta mil francos que parecían antes el límite de mi suerte.
Palabra del Dia
Otros Mirando