Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de octubre de 2025


Todo esto es muy bello, sin duda dijo el señor de Maurescamp, enderezándose dentro de su corbata , pero es puramente novela... ¡Siempre ese miserable espíritu de romanticismo que les pierde a todas!

Sus pocos momentos de buen humor relativo los gastaba Emma en cultivar los resabios de sus pretéritas coqueterías; todavía pretendía parecer bien a los parientes a quienes un día desdeñara; un poco de romanticismo puramente fantástico, alambicado, enfermizo, era lo único que, en presencia de los Valcárcel, y sólo entonces, revelaba la existencia de un espíritu dentro de aquella flaca criatura pálida y arrugada: lo demás del tiempo, casi todo el día, parecía un animal rabiando, con el instinto de ir a morder siempre en el mismo sitio, en el ánimo apocado y calmoso del suave cónyuge.

¡Buen romanticismo nos Dios, señor don Alejandro! ¡Romántico un lance de una realidad tan tremenda, que todavía me pone los pelos de punta cuando le recuerdo en toda su imponente sencillez! ¿Los pelos de punta, eh?

El otro, con ínfulas de filósofo, puso otra sonrisa benévola sobre estas palabras: ¿Mucho?... Las niñas de diez y ocho años nunca «sienten» mucho, por muy románticas que sean.... ¿Es ella romántica? Todas las buenas lo son. Salvador, asombrado, dijo: , ¿eh? Pues claro, hombre; la bondad de las mujeres es puro romanticismo.

Cuando había en el fondo amor, se consideraba como una especie de ilusión fantástica que embellecía y tranquilizaba la vida, y cuanto más se apropiaba los brillantes colores del romanticismo, satisfacía también más cumplidamente á las exigencias poéticas de aquella edad, y con tanta mayor razón, cuanto que las intrigas más extrañas é ingeniosas eran el medio más adecuado á la consecución del fin á que se encaminaban.

Yo entiendo la religión y la moral a mi manera; una manera muy sencilla... muy sencilla.... Me parece que la piedad no es un rompe-cabezas.... En suma, Anita ya sabe usted que ha escrito versos es un poco romántica. Eso no quita que sea una santa; pero quiere traer a la religión el romanticismo, y yo ¡guarda, Pablo! no me encuentro con fuerzas para librarla de ese peligro. A usted le será fácil».

Sentíase solo, completamente solo. Acababa de perder el último de los camaradas de su juventud revolucionaria. De todos los que habían disparado en la sierra y afrontado la muerte o el presidio por el romanticismo de la revolución, no quedaba ninguno a su lado.

Era de su madre, la pobre señora pálida y enferma que compartía su vida entre el rezo y la adoración a un hijo para el que había soñado las mayores grandezas. El otro tal vez había pertenecido a su abuela, aquella americana de los tiempos del romanticismo, que aún parecía estremecer el caserón con el roce de sus blancos vestidos y los susurros de su arpa.

Su clasicismo es un término medio entre el de moda en Francia, y el nuevo romanticismo alemán, si bien informado por más altas ideas, que no le hacen transacción, sino síntesis. No quiere Goethe la mera imitación, ni tampoco la fantasía pura y libre, sino ambas facultades enlazadas, de cada uno de cuyos ejercicios nace una manera, mientras que de la unión de ambos procede el estilo.

La luz rojiza de la hoguera, extendiéndose sobre un fondo oscuro, aumentaba el romanticismo de la escena, porque el bosque vecino aparecia como una inmensa caverna, y las sombras de los danzantes, músicos y espectadores, así como las de los mástiles y las copas de los cocoteros, se proyectaban en perspectiva de un modo singular.

Palabra del Dia

casifia

Otros Mirando