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Actualizado: 28 de junio de 2025
En la hora sedante del crepúsculo toma un aspecto severo y arcaico de yerma ciudad castellana, que evoca el heroico redoblar del Romancero o la sandalia de Teresa de Ávila, la celeste doctora, y vaga en su gran paz un perfume antiguo de penas olvidadas y de encantos añejos.
El maestro de escuela, hombre leído y que sabía de memoria el Romancero, recordó a este propósito, hablando a la oreja de un concejal, el efecto que hizo entrada semejante en la ermita de San Simón de cierta niña sevillana, alborotando hasta a los monagos y a los sacristanes, quienes en vez de decir amén, decían amor, amor. Tan disparatado triunfo no cogió de susto a doña Inés.
Allí habrá conocido a los poetas dramáticos Tárrega, Boyl y Aguilar; habrá dado comedias al naciente teatro valenciano y contribuído a la publicación de las primeras colecciones de romances, base del futuro Romancero general, la primera de las cuales, según Wolf, debió salir en Valencia "poco después de 1588" y en la cual se encuentran varios romances que pertenecen a Lope, indudablemente.
Encontraron un asilo en Conil; allí contaron detalladamente el prodigio, y este relato, ya desnaturalizado por ellos, tomó, al pasar por los labios de los campesinos de Conil y sus alrededores, un carácter tal, que ya no se trataba de una tartana, sino de un inmenso navío, tripulado por legiones de demonios que vomitaban llamas, con sus alas de fuego, y llevando a la cabeza al gitano o mejor dicho, al mismo Satanás, como ya se dijo juiciosamente en la barbería de Flores , que se había precipitado al fondo del Océano, en el momento en que la tartana se hundía a los cañonazos del guardacostas; en fin, una historia digna del Romancero, pero que, por absurda que fuese, y según la predicción del gitano, tuvo durante largo tiempo a todo el litoral en jaque y llevó a su límite máximo el terror que inspiraba el nombre del condenado.
Este libro se acabó de imprimir en Madrid, en casa de Manuel Tello, el día 28 de Febrero del año de 1887. ROMANCERO ESPIRITUAL, del Mtro. Valdivielso. Un tomo, con retrato del Autor, y prólogo del P. Mir, 4 pesetas. Ejemplares especiales, á 6, 10, 25, 30 y 250 id. OBRAS de D. A. L. de Ayala Siete tomos: el 1.º, con retrato del Autor, 5 pesetas: los restantes á 4 pesetas.
Arrancad del hombre la fe invisible que palpita en el corazon de esa mujer inmensa, de ese dia de gloria y de infortunio para nuestro país, y Galileo no dirá al mundo escandalizado que él siente que la tierra se mueve bajo sus piés; ni la ardiente mirada de Copérnico, surcando el éter, como el águila surca el espacio, volará á la esfera celeste y robará á los astros su ciencia y sus prodigios: ni un hombre colosal, fabulosamente colosal, colosalmente grande y atrevido, medirá la extension de los mares y de la tierra con el infalible compás de su genio, ni su milagrosa voluntad domará las olas del Océano desde una frágil caravela; ni un poeta sencillo; ni un romancero oscuro, ni un pobre manco, pondrá la mano sobre el papel, entre las sombras de una cárcel, para admirar al universo con el primer libro que han escrito los hombres: Miguel de Cervantes Saavedra no hubiera escrito su ingenioso Hidalgo.
El Romancero se titula El Niño de Nazaret. No creo que nada en este libro esté tomado o imitado del Evangelio apócrifo de la infancia de Jesús.
Aún hoy se observan en el dialecto asturiano moderno, llamado bable, muchas palabras y locuciones que se leen en los más antiguos monumentos de la lengua castellana, como el poema del Cid, desusados ya en el lenguaje moderno. V. la Introducción al Romancero de Durán. V. á Durán, ya citado. Jovellanos, Memoria sobre las diversiones públicas, pág. 17.
Convengo en que así pueden disculparse los hechos referidos en el Romancero de El Niño de Nazaret, donde el coloquio con la Samaritana, la resurrección de Lázaro, el perdón de la mujer adúltera y otros pasajes de los santos Evangelios se leen prefigurados y escritos en narración infantil y como lectura propia para niños.
El maestro don Pascual estaba harto mal de dinero, pero tenía buenos libros, y quiso dar inmediatamente, para regalo, a Juanita algunos tomos de la Biblioteca de Ribadeneyra, entre ellos El Romancero general y las Comedias Tirso, a cuyas heroínas era Juanita muy semejante por lo desenfadada y traviesa.
Palabra del Dia
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