Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de junio de 2025


Al mismo tiempo gritó: ¡Madrina! ¡madrina! ¡Venga usted! D.ª Eloisa y la criada se precipitaron en la habitación. En vano trataron de reanimar al moribundo dándole aire después de incorporarle, abriendo el balcón, frotándole los pies con un cepillo, haciendo todo lo que les sugería en aquel momento su imaginación. Era el último ataque de disnea. Abría de vez en cuando la boca.

La gente murmuraba que el comendador había empleado su sangre para mágicos bebedizos. Don Príamo quería volver a la juventud: ansiaba reanimar con fuego vital sus fuerzas pasionales.

Había especialmente una circunstancia que me ayudó mucho en la tarea de reanimar y reconstruir la figura del vigoroso soldado que peleó en las fronteras del Canadá, cerca del Niágara, del hombre de energía sencilla y verdadera.

D. José María, que tal oyó, aseguró que, por el contrario, convenía reanimar el espíritu del enfermo con la conversación.

Venid a gustar mi vino; es muy viejo: muchas veces me ha confortado el corazon en medio de nuestros hielos; recurrid a el para reanimar vuestro valor. Vamos, bebamos juntos. Separa, separa esa copa; isus bordes estan mojados con sangre! iNo vere nunca esta sangre sepultada bajo la tierra! ?Que quereis decir? ?vuestros sentidos estan turbados?

Y cuando todo queda preparado, se sienta y se absorbe en sus meditaciones. De vez en cuando murmura, como para reanimar su valor que se extingue: ¡Volverá! Afuera, la lluvia golpetea las ventanas, el viento de otoño silba sobre la taberna; y cada gota de lluvia, cada silbido anuncia: ¡Volverá! ¡volverá!

Yo no afirmo que el cinematógrafo sea un remedio único y decisivo; reconozco además como indiscutible que la novela impresa será siempre superior á la novela expresada por el gesto, pues esta última no puede disponer con la misma amplitud que la otra de la sugestión inmaterial del «estilo»; pero creo que si los novelistas empiezan á intervenir directamente en el desarrollo del «séptimo arte», monopolizado hasta hace poco por personas sin competencia literaria, su esfuerzo servirá cuando menos para reanimar la novela, comunicándola una segunda juventud y haciendo más extensos sus dominios actuales.

La Iglesia nuestra madre aparece en él como posadera de las almas. «Porque, se dice en él, de la misma suerte que es muy necesario encontrar en los caminos posadas, para reanimar y dar descanso á los caminantes cansados, así también es muy conveniente tropezar en la peregrinación de la vida con una posadera, consagrada á ofrecer tranquilidad y hospedaje á las almas, que se dirigen peregrinando á la eterna mansión de DiosAl comenzar la pieza se presenta una mesa, cubierta de manjares, que representa al altar, y cuya significación es fácil de entender, y delante de ella la Iglesia nuestra madre, que con sus cuatro doctores, Santo Tomás, San Jerónimo, San Ambrosio y San Agustín, da hospitalidad á los cansados peregrinos de la tierra.

No es más que una sombra vana, una palabra huera y vacía de sentido... ¡Se comprenderla su impotencia para vencer la naturaleza si se tratase de devolver la vida a una vejez gastada, de reanimar una sangre empobrecida por la edad; pero se trata de una criatura que entra ahora en la vida, de una existencia joven y fresca a quien queremos salvar de las garras de la muerte y... y ya lo estás viendo: tan imposible es eso en este caso como lo es en el primero!

Su decaimiento físico fue rapidísimo: le vi esforzándose por erguir la cabeza, que se le inclinaba sobre el pecho, le vi tratando de reanimar con una sonrisa su semblante, cubierto ya de mortal palidez, mientras con voz apenas alterada, exclamó: Esto no es nada. Siga el fuego.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando