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Actualizado: 18 de junio de 2025


¿Pues qué diríais si de una sola vez, sin más que seguir durante un corto espacio las prácticas y devociones que cierto sabio os ha de prescribir, e sin haber menester libros, ni hacienda ni quebrantos, os vierais dueño de todos los secretos del rey Salomón e por ende sabidor del bien y del mal de todas las cosas, de los signos de los astros, del lenguaje de las animalias y os pudierais hacer invisible cuando os fuese conveniente, o ver a través de la tierra do corren las venas del oro e do se asconden las piedras preciosas; e hacer, en fin, en este mundo todo lo que vuestra alma e vuestros sentidos puedan codiciar, sin más ley que el antojo?

Ten misericordia de , oh Dios, ten misericordia de ; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos. 2 Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me galardona. 6 Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido; hoyo han cavado delante de ; cayeron en medio de él.

Será el reinado del Espíritu Santo, o sea del amor puro, sin disciplinas ya, sin abstinencias, sin cilicios y sin duelos y quebrantos, sino todo deleite, holgorio e incesante gaudeamus. El estilo del Sr. Gener, lleno de lirismo, aunque escribe en prosa, produce en el lector no pocas dudas. ¿Hasta qué punto quiere el Sr.

Con los pocos tragos que gusté, tengo lo bastante para poder decir: conozco el mundo, señores, conozco sus delicias mentirosas, sus dulzuras y sus quebrantos; lo que cuestan los goces.

¡Lo que me ha costado adecentarlos y educarlos! gemía Toledo . Y ahora parece que los van á llamar de Italia para que sean soldados... ¡Más hombres á la guerra! ¡Hasta estos chicuelos, que aún no tienen la edad!... ¿Qué haremos cuando se vayan Estola y Pistola? Muchas noches, á la hora de comer, sufría quebrantos la disciplina de la comunidad. El primero que faltó fué Spadoni.

La triste verdad era que, a pesar de los alientos que había cobrado mi tío, los temporales crudos le mataban, y que los quebrantos de su cuerpo se le reflejaban en el espíritu por más que se empeñaba en disimularlo.

Lo cierto es que desde el día en que el cura había echado la bendición nupcial sobre doña Gertrudis, se puede asegurar que esta noble señora no había hecho otra cosa que atender a los quebrantos y lacerias de su cuerpo, arrastrando una vida mezquina al través de las enfermedades más extrañas e inverosímiles que jamás se hubiesen visto.

Caí en el lecho como un tronco derribado, dudoso, en el crepúsculo de mi somnolencia, entre si me derribaban los quebrantos de mi fatigosa jornada de todo el día, o el peso de la balumba de «cosas» que me había ingerido en el cerebro adormilado la inagotable erudición del solariego.

Si me ha pisado el corazón, es porque me he empeñado en ponerlo debajo de sus pies. ¿Había de ser forzoso que usted se enamorase de ?... Estas cosas no dependen de la voluntad... son fatales... El amor rara vez encuentra al amor en este mundo... ¿Por qué he de ser yo la excepción y no la regla?... No se preocupe usted por ni se aflija... Después de todo, las heridas que no matan de repente suelen cicatrizarse... La vida es un conjunto de lágrimas y quebrantos donde sólo muy pocos seres privilegiados recogen algunas flores.

Estas repetidas victorias nada mejoraban las necesidades y situacion del ejército: crecian los obstáculos, y las escaseses aumentaban; de tal suerte, que considerándose ya D. José del Valle en una situacion crítica y delicada, determinó variar de ruta para encaminarse á Tinta, donde tenia el rebelde el cuartel general y repuestos de guerra: y bajando para este logro una cañada situada entre elevadas montañas, halló un benigno temperamento, y tanta abundancia de alimentos, que su tropa consiguió reponerse en pocos dias de sus pasados quebrantos, y continuar cómodamente las marchas: bien que con muchos dificultades que superar, así por los estrechos pasos, como por las grandes y profundas cortaduras que los enemigos no supieron defender, ni menos aprovecharse de estas ni otras infinitas ventajas que le proporcionaban aquellos ásperos terrenos, que en muchos parajes la naturaleza ha hecho inaccesibles.

Palabra del Dia

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