Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de mayo de 2025


Pero D.ª Teodora, con sus grandes ojos serenos, le clavó una mirada tan afectuosa que las facciones del caballero, contraídas por la pesadumbre, se fueron dilatando gradualmente, y una plácida sonrisa melancólica concluyó por esfumarse en sus labios. La frente de D. Peregrín, en cambio, quedó surcada instantáneamente por una porción de arrugas.

Fué la travesía como al emigrar plácida y hermosa, y al murmullo de las olas del Atlántico, Sebastián, libre por vez primera de la diaria esclavitud del trabajo, sintió que se despertaban en él extraños anhelos, aspiraciones nuevas, vivas, en que reclamaba su parte alícuota la imaginación. De estas aprensiones suele padecer el que se acerca á la dicha esperada largo tiempo.

En el primer mes de esta nueva vida, un suceso extraordinario turbó su plácida tranquilidad. Llegó una carta, un pliego con membrete de un café del Borne y unos cuantos renglones de letra gruesa y defectuosa. Era Toni Clapés quien le escribía. Le deseaba muchas felicidades en su nueva existencia. En Palma todo continuaba lo mismo.

Cecilia se acercó a él con paso firme y le alargó la mano con la misma plácida sonrisa de siempre. ¿Cómo te va, Gonzalo? Parecía que le había visto el día anterior, y que nada de particular había sucedido. Sólo su tez estaba un poco más pálida. Tal confusión se apoderó del joven, que no pudo contestar a esta sencilla pregunta sin balbucir.

Mañana mismo dijo el viejo salgo para la Puna, y recto, recto, me planto no más en la tumba de esa señora. No añadas explicaciones; conozco la travesía. Antes de un mes me tienes aquí con el recibo. Y se marchó. Ovejero pasó unos días en plácida tranquilidad.

Vió con la imaginación la plácida vida de la estancia, los juegos de la chiquillería rubia, que él acariciaba á espaldas del abuelo, antes de que naciese Julio. Durante unos años había dedicado á sus sobrinos todo su amor, desorientado por la tardanza de un hijo propio. De buena fe se conmovió al pensar en la desesperación de Karl.

El cielo nos ha reunido bajo el mismo techo, como para decirnos: ¡Amaos! ¡Amaos! Y te amo, dulce y buena niña; te amo con la plácida ternura de los primeros años de la vida. ¿Temes? ¿Por qué, mi dulce niña? ¿Sabes acaso que hace mucho tiempo me robó el corazón una chiquilla graciosa y bella? ¡Ah!

Mi tía se ensilló con su pesada salida de teatro, y Fernanda envolvió su linda cabeza en un pañuelo de fular color caña, dentro del cual parecía un estudio inconcluso de artista. Vamos, mal criado me dijo mi tía, acompañe usted a esa señorita, ofrézcale el brazo. Obedecí, y Fernanda me entregó el brazo sonriendo con plácida generosidad.

Confieso que al ir copiando estas páginas, escritas hace cuatro lustros, y tanto tiempo olvidadas, torna y se apodera de mi alma árida y triste aquella plácida melancolía de mi penosa juventud; confieso que al copiar los capítulos de esta historia amorosa, viene a mi memoria el recuerdo de aquellos días, y de mis ojos, que ya no saben llorar, rueda una lágrima....

Era hombre de edad, solterón, y vivía desahogadamente de sus rentas y de su retiro de coronel del ejército. A poco de la guerra de África, abandonó el servicio activo. Era el único individuo de la tertulia que no tenía trampas ni apuros de dinero. Su existencia plácida y ordenada, reflejábase en su persona pulcra, robusta y simpática.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando