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Actualizado: 16 de junio de 2025
Este resultado, no obstante, podia preverse: la molicie de la vida oriental iba enervando insensiblemente á los árabes andaluces. No es ese terrible Almanzor, no, la verdadera personificacion del Estado cordobés: advertid que no es él el Califa, sino un mero hagib; el Califa es el afeminado é impotente Hixem II. Vedle ahí, y no confundais al uno con el otro, que son hombres de temple muy diverso.
Creo que semejantes desatinos son contra el respeto que debe merecernos la opinion pública, contra el decoro que todos debemos á la formalidad, contra la cortesia universal que debe el hombre al buen sentido. ¡Zapato galante! ¿Cómo y en qué? ¿De qué modo puede un zapato tener galantería? ¡Al pensamiento! ¿Quién es un fabricante de calzado para hablarnos del pensamiento? ¿Qué pensamiento puede encerrarse en su zapatería? ¿Ni quién es tampoco un fabricante de confites para hablarnos de pensamientos bellos? ¿Qué sabe él lo que es un pensamiento bello? ¿Qué belleza de pensamiento puede esconderse en sus confituras? ¿Ni qué tiene que ver el céfiro con un almacen de quincalla, ni el poner betun en las botas con la gran industria del siglo, ni una sílfide con una fonda, ni un almacen de tapones de corcho con la estrella del Mediodía, ni una tienda de comestibles, en donde se vende aceite, vinagre y velas de sebo, con el buen pastor, con ese buen Pastor que es una personificacion religiosa, un símbolo moral, una especie de poder divino? ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos?
El drama, que dispone de medios infinitamente más variados de penetrar en la comprehensión de lo sobrenatural, y de expresar su esencia y todas sus relaciones, ¿ha de excluir por completo de sus dominios tales formas? ¿Por qué no ha de serle lícito infundir en lo inanimado la vida y la palabra? ¿Acaso las luchas, que se suscitan en lo más íntimo del alma humana, no pueden jamás adquirir vida y apariencia corporal, aprovechándolas para dar más vigor á lo patético de la tragedia? ¿No ha de concederse que la personificación de los caprichos pasajeros del espíritu humano puede producir efecto cómico?
Y el exclusivo cuidado del engrandecimiento material numen de aquella civilización impone así la lógica de sus resultados en la vida política, como en todos los órdenes de la actividad, dando el rango primero al struggle-for-life osado y astuto, convertido por la brutal eficacia de su esfuerzo en la suprema personificación de la energía nacional en el postulante a su representación emersoniana en el personaje reinante de Taine.
Rudimentaria y confusa en los primeros engendros, esta segunda existencia del hombre se define y precisa en la imaginación, con el andar del tiempo y de la imaginación, hasta adquirir contornos completamente definidos, y, en ciertos momentos de la historia, aun más definidos y precisos que los de la vida real, aunque participando siempre de sus caracteres, pues el ideal es una destilación de la realidad en ficciones; el hombre no puede escapar de sí mismo, y cuando ha concebido a Dios con los materiales al alcance de su fantasía, resulta no haber hecho más que una transfiguración de sí mismo, una personificación de fuerza, de poder, de voluntad, de inteligencia sublimadas.
Los griegos, con sus ideas religiosas que los impulsaban a la personificación de todos los elementos, consideraban un sacrilegio el solo intento de modificar los aspectos del mundo conocido, y Esquilo atribuye el desastre de Jerjes a la venganza divina, por la altiva manera con que el monarca persa trató al Helesponto.
Los milagros buenos implicaban los milagros malos, como la eficacia de un remedio confirma la existencia de la enfermedad correspondiente; y el diablo cristiano, que era la personificación resumen de todas las potencias maléficas, de todos los dioses bárbaros del pasado bárbaro de la humanidad, acoplado desde el primer momento al sermón de la montaña, pudo causar más de diez siglos de barbarie efectiva, paralelamente a la más elevada moral teórica, y a renglón seguido de la más alta civilización de la antigüedad clásica.
La segunda, monja de un convento de Méjico, escribió una serie de loas alegóricas, y un auto sacramental, titulado El divino Narciso . Convenimos con Bouterwek, que lo menciona, en que es bello y novelesco; pero no estamos de acuerdo con su aserto de que aventaja á las obras de la misma clase de Lope de Vega, ni de que esa atrevida personificación de ideas católicas religiosas en mitos griegos no había sido conocida en España, porque bajo este aspecto no supera en nada á otras innumerables obras de la misma índole.
No creo se tuvo gran cuidado al redactarse en las relaciones ciertos apellidos, que por su respetabilidad y personificación debían estar á nuestro juicio á salvo de todo ridículo, y ridículo, y no poco es ver á un Guzman el Bueno jugando al gallo, y á una Isabel de Marcilla en complaciente bichara, con un Tirso de Molina ó un Lope de Rueda.
Para que la personificación fuera completa, salía del balcón una viga destinada a sujetar la cuerda de tender ropa, y con tal accesorio la casa con rostro estaba fumándose un cigarro puro. Su tejado era en figura de gorra de cuartel y tenía una ventana de bohardilla que parecía una borla. La chimenea no podía ser más que una oreja.
Palabra del Dia
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