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Actualizado: 30 de abril de 2025
Las negativas rotundas de él y su piloto á los interrogatorios de los carabineros le libraron de nuevas molestias. «No sabían nada; no habían visto nada.» El capitán acogió con fingida indiferencia la noticia de haber sido encontrado en la misma noche el cadáver de un hombre, al parecer alemán, pero sin papeles, sin nada que permitiese su identificación, en un muelle algo lejano del lugar que ocupaba el Mare nostrum.
Buscaba en vano Orellana la subida, porque no habia vereda ni lado alguno que permitiese el acceso á la parte superior de la montaña en que se habian apostado los enemigos, cuya dificultad se aumentaba con la copiosa lluvia y granizo que experimentaron por algun tiempo.
En semejante situacion, representó el cabildo al rey para que permitiese volver á publicar el Jubileo antiguo, que estaba suspenso, para continuar la obra con las limosnas de los fieles; y acudió tambien al Pontífice para que concediese al obispo la facultad de absolver los casos reservados á los que contribuyesen con alguna limosna para la obra de la iglesia.
No será uno rico tan aprisa como con el secuestro, pero argo es argo, y siempre es mejor que destripar terrones o servirles er chocolate en la cama a los señores. ¿No le paese, don Isidro? Y don Isidro aprobó otra vez. Una idea tan buena como la anterior; también habría que pedir privilegio, para que el gobierno no permitiese matar indios más que a la partida del señor Antonio el Morenito.
Le hablaba, le refería todas las cosas fuera de razón que me torturaban el alma desde hacía cerca de dos años, le pedía gracia para ella y para mí. Le suplicaba que me recibiera, que me permitiese volver a ella. Le contaba mi vida entera con el más lamentable y el más legítimo de los orgullos.
Si usted me lo permitiese, querido Valleumbroso, yo quisiera una vez estar a su lado en el instante de componer para hacer sobre usted algunas experiencias científicas. Cuando usted guste replicó el mosquito, rojo de placer. Tengo la seguridad de encontrar la insensibilidad dolorífica en mayor o menor grado y la irregularidad del pulso engendrada por el impulso convulsivo de las arterias...
Nada seguramente. Nos casaríamos, y acto continuo nos iríamos á Jerez, para que conociese á sus amigas y á sus tíos. ¡Qué susto llevarían todos al verla del brazo de un caballero, y mucho más, cuando supieran que este caballero era su marido! Estaba tan linda, tan graciosa, que no pude menos de pedirle con vehemencia que me permitiese darle un beso. No fué posible.
Robledo se había marchado dos días antes á Buenos Aires para pedir á los Bancos un nuevo crédito que le permitiese continuar sus obras, y también para vender ciertos terrenos que poseía en la Pampa central. Subió el joven con cierta inquietud la escalinata de madera, después de mirar disimuladamente á las ventanas.
Mirado de medio abajo, parecía tenedor, o compás con dos piernas largas y flacas; su andar, muy despacio; si se descomponía algo, se sonaban los huesos como tablillas de San Lázaro; la habla, ética; la barba, grande, por nunca se la cortar por no gastar; y él decía que era tanto el asco que le daba ver las manos del barbero por su cara, que antes se dejaría matar que tal permitiese; cortábale los cabellos un muchacho de los otros.
La única mujer que iba entre ellos era María. En vano don Mariano, con lágrimas en los ojos, suplicó al jefe de la fuerza que le permitiese llevarla en un coche. Al fin se dio la orden y el teniente emprendió la marcha con los presos. Don Mariano no quiso dejar a su hija.
Palabra del Dia
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