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Actualizado: 24 de julio de 2025


Me levanté de la cama e hice levantar a Cesarina, la única de mis hijas que se encontraba conmigo a la sazón, y una y otra, puestas de rodillas ante un Santo Cristo, esperábamos el momento del sacrificio ofreciendo nuestras almas a Dios. Luego pareció irse calmando todo.

De vez en cuando algún admirador salía al balcón ofreciendo el jarro á su poeta, y éste, después de largo trago, acometía con nueva fuerza sus canturrias. A media tarde, cuando gran parte de la plaza estaba en la sombra, corrió á ella la gente, oyendo el silbido del chistu, que hacía locas escalas, acompañado por el monótono baqueteo del tamboril. Los versolaris se ocultaron.

Quisieron los vencidos rehacerse dentro de los reparos, pero no fué posible, porque los vencedores entraron juntamente con ellos, dándoles la muerte entre los brazos de sus mujeres, á quien muchas veces alcanzaba la espada, porque sin excepcion de sexo ni edad salian á la defensa de sus hijos, y maridos ofreciendo sus cuerpos al rigor de la muerte.

La gente de la gañanía aprobaba los propósitos de la vieja, con el egoísmo del cansancio. Ellos no podían resucitar a la muerta, y era mejor, para su tranquilidad, que se ausentase cuanto antes aquella familia ruidosa, que turbaría su sueño. Rafael intervino, ofreciendo un carro del cortijo. El tío Zarandilla iba a aparejar, y antes de media hora podrían llevarse el cadáver a Jerez.

Con esto le despedí, y con esto me despido, ofreciendo a Vuestra Excelencia los Trabajos de Persiles y Sigismunda, libro a quien daré fin dentro de cuatro meses, Deo volente; el cual ha de ser o el más malo o el mejor que en nuestra lengua se haya compuesto, quiero decir de los de entretenimiento; y digo que me arrepiento de haber dicho el más malo, porque, según la opinión de mis amigos, ha de llegar al estremo de bondad posible.

Y en cambio, y ofreciendo el más doloroso contraste, los misérrimos caballejos criollos del Regimiento Núm. 3, á duras penas han podido llenar medianamente su cometido.

Muchachos desarrapados rompían las oleadas del gentío, ofreciendo la vida cíe Lagartijo en aleluyas, los antecedentes y retratos de los seis toros que iban a lidiarse, o pregonaban unos abanicos de madera sin cepillar y en los cuales una mano torpe había estampado un toro como un pellejo de vino y un torero que parecía una rana desollada.

La señorita Guichard envió á su huésped todo lo necesario, pero no pareció por su habitación. Al día siguiente, á las diez de la mañana, el médico dió de alta á Mauricio y éste, ya vestido y ofreciendo el aspecto de un bello mozo, solicitó en vano el favor de dar las gracias á la dueña de la casa. Dejó una carta, en la que prometía volver, subió en un coche y se dirigió á Montretout.

Marchar á pié á la última morada conduciendo un sér amado, y ofreciendo su dolor al público indiferente en tan solemne trance, es una terrible lucha que necesariamente ha de producir, ó una muerte al alma, ó una indiferencia glacial: no hay medio.

Iremos a cuidarle si cae enfermo en cama, y cuando no, vendrá él a almorzar, a comer y a charlar con nosotros todos los días. Doña Luz insistió en irse a su casa; pero D. Acisclo siguió oponiéndose, y fue menester que doña Luz cediera, ofreciendo gustosísima su casa para que en ella viviese el Padre.

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