Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de junio de 2025


Sin gritos ni blasfemias como los demás, me da unos pellizquitos de monja que me deja el cuerpo negro como el cordobán... Y el angelito mientras tanto sonríe y me pregunta con mimo: «¿Qué tienes, hija mía? ¿Te he hecho daño?» ¡Maldita sea su estampa!... Como cuáles son los sagrarios que recorre, muchas veces mando á un chico á buscarlo. ¿Crees que se viene para casa ó que se enfada? ¡Na!

No tiene, en verdad, ninguna planta rara ni ninguna flor exótica; pero sus plantas y sus flores, de lo más común que hay por aquí, están cuidadas con extraordinario mimo. Varios canarios en jaulas doradas animan con sus trinos toda la casa.

"Como se educan con mucho mimo y no se les a la mano, son mal criados, desobedientes, caprichosos, insolentes y mal hablados. "....así los hombres como las mujeres, aunque religiosos, son crédulos y supersticiosos como los mismos indios." "Tal es la idea que de los filipinos se puede dar." El mestizo chino sale descrito en la misma forma. La única literatura para los filipinos

Descubrió la niña, en medio de su incesante ir y venir, algunas tempranas violetas ocultas entre la yerba, y haciendo un ramito las colocó en el vestido del artista; después sentóse, y abrazando con mimo a su padre: ¿Te encuentras bien, papá? le preguntaba : yo me encuentro muy bien... ¿Verdad que es bonito el campo?

Al Magistral mismo se atrevía la Regenta a hablarle con cierto mimo, con una confianza llena de palabras de sentido nuevo y convenido, con un estilo que podría llamarse humorismo piadoso. Y además se permitía Ana interesarse por los bienes puramente temporales de su confesor.

Extendió sus brazos para coger la cabeza de Isidro y la aproximó a su boca, hablándole al oído largamente, con mimo infantil. Cuando Maltrana se incorporó, ya no le brillaban los ojos. Se había disipado el gesto risueño de su embriaguez; había perdido las ganas de dar vivas a la juventud y al arte.

Y hasta otra. En la casa, donde imperaba la pulcritud, se le miraba de mal ojo y era a menudo víctima por su aversión a aquella preciosa cualidad, no sólo de las correcciones paternales, sino de las crueles e impensadas arremetidas de su hermana mayor Eulalia, joven de diez y seis abriles no muy floridos, casta, limpia, hacendosa, diligente, llena, en fin, de virtudes domésticas, el mimo de sus papás y el blanco del odio de Enrique y del primo Miguel.

En cambio, insistiendo en los restos de coquetería, la Condesa, a solas en su tocador y alcoba, desplegaba consigo misma aquel mimo y esmero que sólo observa la mujer cuando se emplea, aunque honestamente, en el dulce servicio del amor.

Es demasiado el mimo con que trata ella a la fotografía, para ser retrato de un primo cualquiera... Y la pinta del mejicanito es buena: harán una parejita... ¡vaya!... A lo que más me llama la atención en Nieves, es aquella serenidad tan firme con que mira y anda y se expresa... vamos, que todo es natural y sincero en ese diablo de chica; y luego aquel acento andaluz, aquel modo de llamar las cosas, con aquella voz tan bien timbrada... En fin, que el mejicanito... nació de pie... de pie... ¡Carape, carape... carape!... ¡Qué... cosas... éstas... hombre!...

Lo dicho. ¿Te parece ni medio decente que una mujer que te da su cuerpecito haiga de estarse siempre pidiendo como chico goloso? quieres mucho mimo por poco trigo. No podemos seguir así. Me das para vivir con decoro o despejas la plaza. Ya te doy cuanto puedo..., todo lo que puedo. Pues en vez de esas roñoserías es preciso que me pases una cosa fija cada mes, como hacen todos los caballeros.

Palabra del Dia

consolándole

Otros Mirando