United States or Brazil ? Vote for the TOP Country of the Week !


El tío Manolo, sereno, majestuoso, semejante a un dios, se fue a descansar, meditando como Ulises la muerte de los pretendientes. Quizá juzgaba incompatible el cargo de tutor diligente con los deberes que impone el yugo matrimonial, y prefería sacrificar en provecho de su sobrino los placeres inefables con que la familia le brindaba.

Así, desde que Isidora parecía intranquila, D. José se levantaba diligente y acudía junto a ella. Las diez serían cuando Relimpio, que había descabezado un sueñecillo, despertó con sobresalto porque oyó la voz de Isidora. ¿Había alguien en la habitación? No, no había nadie. Isidora hablaba consigo misma.

514 Es piadosa y diligente y sufrida en los trabajos; tal vez su valor rebajo aunque la estimo bastante; mas los indios inorantes la trata al estropajo. 515 Echan la alma trabajando bajo el mas duro rigor; el marido es su señor, como tirano la manda, porque el indio no se ablanda ni siquiera en el amor.

Si la ventaja, que lleva nuestro poeta á todos sus predecesores, en general, en la traza artística más perfecta de sus dramas, en el manejo más diligente de los materiales, que los constituyen, y en el trabajo más concienzudo de sus planes, ha sido ya expuesta, muéstranse estas mismas cualidades de un modo más relevante en los autos que en las comedias, y hasta las fiestas del Corpus más notables de tiempos anteriores, no pueden ni aun compararse con las más débiles suyas.

Porque pensarás que en una soledad como la de Peleches, hasta por recurso de distracción debiera ser yo muy diligente en escribirte, y que cuando no lo hago ni siquiera para entretener el fastidio que debe de estar consumiéndome, señal es de que no me acuerdo ni de la Virgen de tu nombre.

Pero de flores y de perlas hecho, Entraba Carlos á llamarme, y daba Luz á mis ojos, brazos á mi pecho. Tal vez, que de la mano me llevaba, Me tiraba del alma, y á la mesa Al lado de su madre me sentaba. Sin ver el maestresala diligente, Y el altar de la gula, cuyas gradas Viste el cristal y la dorada fuente;

Después de su muerte volvió á estar en el primer olvido y desprecio hasta que el Doctor Ioan de Torres noble hijo desta gran Ciudad y muy diligente en adquirir memorias de Antigüedad la llevó á su casa donde oy la tiene entre el tesoro de tantos libros y curiosidades, cuantas no será posible dezir, ni facil el verlas por su mucho número

Cuanto más azotaban los granizos los paredones de la casa, y más «runflaban» los vendavales en el cañón de la chimenea, más alegre se le ponía la cara y más diligente se volvía para el trabajo. Viéndola tan boyante y en tan ventajosas disposiciones, trabé conversación con ella aquel mismo día, al llevarme no qué cachivaches a mi cuarto.

26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén. 1 Y será que, si oyeres diligente la voz del SE

Disfrazado de palacio, en una de las montañas que circundan el fértil y pintoresco valle en que se estiende la moderna villa, muestra de su antigua estructura una sola torre y varios torreones desmochados pertenecientes á su circunvalacion esterior; pero si registras diligente sus ruinas, hallarás su primitivo y vasto recinto en lo que se llama hoy Plaza de armas, donde los siglos han ido acumulando edificios.