Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de mayo de 2025
Además, su hija Julia se criaba con tanto mimo y melindres, producía tales disturbios en la casa y originaba tantos disgustos, que en medio del amor de padre, que no muere nunca, el brigadier Rivera no podía menos de sentir hacia ella cierto leve rencor que la desgracia de Miguel contribuía a sostener.
Alargó su aristocrática mano con ademán digno de su tocayo Pedro el Grande de Rusia, y Josefina posó sobre ella sus labios temblorosos y se fue. No estaba muy conforme aquel varón excelso con que su esposa criase con tal mimo a una expósita, pero lo consentía porque lisonjeaba su vanidad. Amalia le había dicho, sabiendo dónde le dolía: Criarla para doméstica lo haría cualquiera en Lancia.
Por causa de Alfonso he tenido hoy un gran disgusto: han enviado de Lyón y de Italia a sus tíos y tías gran número de notas por las muchas deudas que ha contraído durante sus viajes; la familia, que sabe que yo le mimo, me hace responsable de sus desaciertos; me han hecho en este sentido muchos cargos, por lo que he derramado lágrimas de amargura. ¡Ah! efectivamente: ¡las faltas de mi hijo son mis faltas! ¿Por qué no hube de ser yo más severa para él desde un principio?
Siéntese aquí, al lado mío. Y ustedes perdónenle. ¡Ha sufrido tanto por mi culpa! ¿Pero qué lío es este, Adriana? interrogó Charito con aire de sorpresa y de reproche. Ya lo sabrás, cuestión de algunos minutos. Todo se aclarará. Ya lo sabrás también tú, Lucía, aunque sospecho que también te estabas enamorando un poco de Muñoz... ¿Qué le decías, con tanto mimo, cuando yo entre?
Esas son tonterías, Ricardo... Mi enfermedad es mortal, y si no ya se vera... Mi marido no quiere creerlo; pero pronto se ha de convencer... No me quejo de mimo, no... ¡Ay, querido, si supieses lo que yo padezco sentada en esta butaca!
Á fin de lograr que las cosas fueran así, Doña Blanca puso á un lado su constante severidad; empezó á tratar á Clara hasta con mimo, y anhelante de que recobrase la alegría y la salud, rompió el entredicho; abrió las puertas de su casa para Lucía, y consintió en que Clara volviese á salir con ella de paseo, aun á pesar del Comendador.
Fife: el ingeniero y el constructor de yachts más afamados de Inglaterra. ¡Deberé yo estar agradecido a un hombre que me dejó tan rica prenda de su amistad? ¡Y se extraña mi padre algunas veces del mimo con que la trato!... Pues hay que ver ahora, prácticamente, sus condiciones marineras que tanto les he ponderado, si no le molesta a Nieves y lo consiente el señor don Alejandro...
Creo que debo alejarle de mí, que tanto le amo y que tanto le mimo por añadidura; y por otra parte, he de mimarle por condescendencia. ¡Cuan difícil es formar un hombre!... Tanto mi marido como yo nos encontramos apurados para acertar en lo que debemos hacer con él.
No faltaban entre ellos, sin embargo, quienes creían que le estaba bien empleado a don Rosendo, por haber criado con tal mimo a su hija menor, y haberla consentido tomar aquellas ínfulas y aires de princesa. Los enemigos se bañaban en agua de rosas, y procuraban aumentar con mil trazas el escándalo.
Los cuidados que al chico prodigaba eran esmeradísimos; pero no tenía aquella buena señora las tonterías dengosas de algunas madres, que hacen de su cariño una manía insoportable para los que la presencian, y corruptora para las criaturas que son objeto de él. No trataba a su hijo con mimo. Su ternura sabía ser inteligente y revestirse a veces de severidad dulce.
Palabra del Dia
Otros Mirando