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Después, el señorito cogió de una mano a María de la Luz, y sacándola al centro del corro, rompían a bailar las sevillanas, con una gallardía que provocaba gritos de entusiasmo. ¡La grasia e Dió! exclamaba el padre rasgueando la guitarra con nueva furia. ¡Vaya una parejita de palomos!... ¡Eso es bailá!

Esto no lo dijeron, por supuesto, aquellas señoras; pero lo pensó, sin decirlo, don Casimiro Pantojas, que atentamente las escuchaba, después de haber desorejado a toda una desdichada familia de conejitos de porcelana y arrancado los rabos a una parejita de bulldogs, fabricados en Bristol.

Porque yo no podía concebir que Lita y Neluco no se amaran, como no lo concebía tampoco la matrona locuaz de Robacío, ni lo concebiría nadie que tuviera entrañas de humanidad y vislumbres de buen gusto, y reparara un poco en aquella parejita, «única», que parecía puesta por Dios en aquel rinconcito de la tierra para eso sólo, para amarse y para unirse.

A menudo los encontraba paseando por los parajes solitarios del Retiro, a distancia respetable de la mamá, que se detenía oportunamente a contemplar los primeros botones de las flores o algún insecto curioso: las mamás, en esta época de crisis marital, tienen la obligación de ser admiradoras de las obras de la naturaleza. La parejita de tórtolas se detenía al verme y me saludaba ruborizada.

Es demasiado el mimo con que trata ella a la fotografía, para ser retrato de un primo cualquiera... Y la pinta del mejicanito es buena: harán una parejita... ¡vaya!... A lo que más me llama la atención en Nieves, es aquella serenidad tan firme con que mira y anda y se expresa... vamos, que todo es natural y sincero en ese diablo de chica; y luego aquel acento andaluz, aquel modo de llamar las cosas, con aquella voz tan bien timbrada... En fin, que el mejicanito... nació de pie... de pie... ¡Carape, carape... carape!... ¡Qué... cosas... éstas... hombre!...

Pues aquí me tiene usted con mi parejita, eso es, en justa venganza. Sólo Edelmira río la gracia, que tenía para ella novedad. Pasaron todos al salón donde estaban los demás convidados.