Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de julio de 2025


EL MODELO. ¡Quiero decir el cuadro...! En el año próximo, si desea usted una medalla, tendrá que encargar su retrato al maestro; esto sólo cuesta veinte mil francos. Pero os pintará de pie delante del caballete. Ha hecho ya unos veinte del mismo modo.

Creo, y lo digo formal, que dentro de poco serán inútiles las cédulas de vecindad, llevando cada cual su fotografía en el bolsillo, ó pegada al pecho á guisa de medalla ó de cruz. El fotógrafo sucederá al agente de policía. Á se me ocurre otro verso: Retrátate, , Torcuato; Basta de hablar: ¡pronto! ¡pronto! Hoy no se puede ser tonto.... Si no lo dice el retrato.

Y acto continuo se puso a hacer el elogio caluroso de aquel su amigo Gustavo, un pintor eminente que hacía ya algunos años había obtenido primera medalla en la Exposición, un hombre de mundo, elegante, fino, culto ¡y con unas salidas! Todo el mundo las celebraba en Madrid. Sofocado por la risa nuestro joven narró algunas de ellas. Clara escuchaba con fingida atención. En realidad estaba distraída.

Si el subprefecto de Mauriac hubiese querido conceder una medalla de plata, no hubiera tenido más que escribir a París, porque Sebastián había salvado a muchas personas, con grave exposición de su propia vida, y en especial a dos gendarmes que estaban a punto de ahogarse, con sus caballos, en el torrente del Saumaise.

Y despidiéndose del Conde-Duque, le dio otros doscientos ducados en oro y una medalla con el retrato del Rey, y muchas cartas de favor».

Uno es sastre del rey de Holanda, otro del de Cerdeña; otro manifiesta una medalla del emperador de Prusia ó de Austria; tal almacen se titula proveedor de María Cristina, como he visto en la calle arrabal de San Honorato. Aquí una tienda de gusto chinesco; allí otra de gusto árabe, persa, griego ó ruso.

La mujer que salvó á los parisienses de Atila y Meroveo con su palabra y con su fe; la que los salvó de los normandos con su ataud; aquella mujer que salvó á un pueblo con un puñado de cenizas, cuyo polvo fué más poderoso y más valiente que la pica de los guerreros, era una muchacha llamada Genoveva; la misma muchacha que rompió á llorar, oyendo la voz de San German de Augerre; la misma á quien dió el santo la medalla de cobre con la efigie del Salvador; una muchacha á quien Nauterre llama hija, á quien la Iglesia llama santa, á quien Paris llama Patrona, á quien yo llamo un nobilísimo carácter histórico.

Mi segundo premio me da bastante distinción; soy conocido y apreciado. ¿He llegado al fin que usted me había mandado alcanzar? ¿Exige usted que haga más? No, dijo Roussel abrazando á su hijo; eres un buen muchacho. El año siguiente, Mauricio expuso su gran cuadro "La orgía en Caprera", que hizo profunda sensación, y el retrato de su tutor; y obtuvo una tercera medalla.

Y no sólo vos, respondió Ginés de Sepúlveda, sino vuestra casa y las otras casas adonde fuéredes, como todo lugar en que os encontráredes. Pues mirad, dijo doña Guiomar, si me dais esa milagrosa medalla, os perdono el abrazo que tan sin licencia mía, y tan contra mi voluntad y mi pudor, me habéis dado; que en Dios y en mi ánima, este es el primer abrazo de hombre que he sentido.

Llegada esta fecha y reunido ya, los primeros actos de este cuerpo se encaminaron á manifestar de una manera solemne su gratitud hácia los libertadores del pais, ordenando se abriese una medalla en honor del Libertador y que en la plaza principal de Lima se le erigiese una estátua.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando