Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de mayo de 2025


Celebra en este libro y retrata con rasgos, a menudo felices, a varios poetas eminentes de todas las edades y naciones: desde Hornero, Anacreonte, Esquilo y Catulo, hasta Gœthe entre los extraños, y desde Jorge Manrique hasta Espronceda entre los propios.

Y siempre viéndole estoy, amante, dichoso y tierno... mas no existe, es ilusión que imagina mi deseo. ¡Vamos! JIMENA. ¡Leonor! LEONOR. Vamos pronto; le olvidaré, lo prometo. Dios me ayudará... sosténme, que apenas tenerme puedo. Queda la escena un momento sola; salen por la izquierda DON MANRIQUE con el rostro cubierto con la celada, y RUIZ RUIZ.

JIMENA. ¡El es, por Dios! ¡Y dudabas de su fe! LEONOR. ¡Jimena! JIMENA. Te estorbaré... solos os dejo a los dos. LEONOR y MANRIQUE, rebozado LEONOR. ¡Manrique! ¿Eres ? MANRIQUE. Yo, ... No tembléis. LEONOR. No tiemblo yo; mas si alguno entrar te vio... MANRIQUE. Nadie. LEONOR. ¿Qué buscas aquí? ¿Qué buscas?... ¡Ah!... Por piedad... MANRIQUE. ¿Os pesa de mi venida?

Interior de una cabaña; Azucena estará sentada cerca de una hoguera; Manrique a su lado de pie. MANRIQUE y AZUCENA AZUCENA, canta. Bramando está el pueblo indómito, de la hoguera en derredor; al ver ya cerca la víctima, gritos lanza de furor. Allí viene; el rostro pálido, sus miradas de terror, brillan de la llama trémula al siniestro resplandor. MANRIQUE. ¡Qué triste es esa canción!

No temas, yo no diré a nadie que soy tu madre, me contentaré con decírmelo a propia, y en vanagloriarme interiormente. ¿Estás contento? LOS MISMOS y RUIZ MANRIQUE. Ahí está. AZUCENA. ¿Esperabas a ese hombre? MANRIQUE. , madre. AZUCENA. No temas, no me verá. RUIZ. ¿Estáis pronto? MANRIQUE. ¿Eres , Ruiz? RUIZ. El mismo; todo está preparado. MANRIQUE. Marchemos.

MANRIQUE. No me he atrevido... no por qué se me ha figurado que me habíais de contar alguna cosa horrible. AZUCENA. ¡Tienes razón, una cosa horrible!... Yo, para recordarlo, no podría menos de estremecerme... ¿Ves esa hoguera? ¿Sabes lo que significa esa hoguera?

Sabedor el prelado del caso, mandó levantar la fábrica de nuevo. Cuanto trabajaban los albañiles de dia, otro tanto deshacian por la noche el caballero y su gente. Mediaron conminaciones, y viendo D. Iñigo Manrique que el alcaide no hacia caso, le declaró descomulgado.

MANRIQUE. No temas, no; tan sólo ha sido un sueño, una ilusión, pero horrorosa... un sudor frío aún por mi frente corre. Soñaba yo que en silenciosa noche, cerca de la laguna que el pie besa del alto Castellar, contigo estaba. Todo en calma yacía; algún gemido melancólico y triste sólo llegaba lúgubre a mi oído.

AZUCENA. No, yo soy feliz; yo no ambiciono alcázares dorados; tengo bastante con mi libertad y con las montañas donde vivieron siempre nuestros padres. MANRIQUE. ¡Siempre! AZUCENA. Pero, hijo mío, la pobreza tiene muchos inconvenientes, y tu familia los ha experimentado muy terribles. MANRIQUE. ¿Mi familia? AZUCENA. Nada me has preguntado nunca acerca de ella.

RUIZ. Fuera estoy. MANRIQUE, después GUZMÁN y FERRANDO MANRIQUE. ¿Qué haré? Turbado estoy... ¿Llamaré? Tal vez orando estará. Acaso en este momento llora cuitada por . Nadie viene... por aquí... es la iglesia del convento. FERRANDO. Tarde llegamos, Guzmán. GUZMÁN. ¿Quién es este hombre? FERRANDO. No . GUZMÁN. ¿Oyes el canto? FERRANDO. , a fe. GUZMÁN. En la ceremonia están.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando