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Es raro que introduzca algún imprevisto desorden en la naturaleza, como puede ocurrir, por ejemplo, cuando un ventisquero lateral, empujando un largo muro de escombros ó adelantándose á través de un riachuelo salido del ventisquero primitivo, acumula las aguas y forma así un lago incesantemente crecido.

El miedo á que se aproximase la hizo marchar hacia él. Dijo unas palabras al militar, que continuó en el banco recibiendo sobre el vendaje de su rostro un rayo de sol que parecía no sentir. Luego se levantó, yendo al encuentro de Julio, y siguió adelante, indicándole con un gesto que se situase más lejos, donde el herido no pudiera escucharles. Detuvo su paso en un sendero lateral.

Si a lo menos tuviera una abertura lateral, como algunas túnicas... pero entonces se verían las piernas ¡qué horror! , los pantalones negros, el varón vergonzante que lleva debajo el cura». ¿Qué opina usted? le preguntó el obispo laico en aquel instante, deteniéndose, poniéndosele delante para intimarle la respuesta.

En vista de esto, resolvimos hacer algunas averiguaciones en la Croce di Malta, esa antigua y vieja posada situada en una estrecha calle lateral, peculiarmente italiana, y que prefiere que se la designe aún con el nombre de albergo, en vez del moderno de hotel.

Los habitantes de la tres veces coronada ciudad cruzaban por los sitios en que, sesenta años después, el virrey conde de la Monclova debía construir los portales de Escribanos y Botoneros, deteniéndose frente a la puerta lateral de palacio. En éste todo se volvía entradas y salidas de personajes, más o menos caracterizados.

Cuando pasamos por delante de esta casa, la madre y los hijos habían desaparecido. Un poco más allá tropezamos con un hombre que llevaba un saco cargado sobre la espalda, el cual, así que nos percibió, dio la vuelta y echó a andar apresuradamente por una calle lateral, perdiéndose muy pronto de vista. Llegamos, por último, a la vista del patíbulo situado en medio de un extenso campo.

Hace un momento me hallaba en el teatro de la Comedia. Era el beneficio del primer galán. La sala estaba de bote en bote. En el segundo entreacto fui a saludar a la marquesa de Zamara y a su hija Matilde, que estaban en la primera fila de butacas, cerca del pasillo lateral de los números pares.

¡Mira que aquí hay una sombrita! insistió Melchor encogiéndose tras del cochero. No, voy bien; es que hace calor, no más. ¿No quieres para atajarte del sol... un diario?... le dijo Melchor irónicamente. Y a propósito, ¿los traes? ¡Todos!.... Baldomero que oyó hablar de diarios, aproximó su caballo hasta poner una mano sobre el guardabarro lateral del break y preguntó: ¿Hablan de algo los diarios?

Por último, la hacía situarse en una ventana de la fachada lateral de la casa para impedir que ninguno orinara en el rincón donde los transeúntes solían hacerlo. Un día vino el cochero a decirle que una de las yeguas estaba en el celo. Tanto se indignó que, después de haber reñido ásperamente por la osadía de notificarle tal asquerosidad, mandó inmediatamente venderla.

De la sombra surgieron poco á poco los oros mortecinos de los retablos, y dos masas de colores, dos haces de banderas, las de los países aliados, que adornaban el altar mayor. Creyó que Alicia acababa de huir por una salida ignorada al ver solas á las dos implorantes en su silenciosa inmovilidad. Pero de una puerta lateral salió ella, seguida de un acólito que llevaba dos cirios.