Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de septiembre de 2024
Era el 24 de Setiembre. Una gran novedad, una hermosa fiesta había aquel día en la Isla. Banderolas y gallardetes adornaban casas particulares y edificios públicos, y endomingada la gente, de gala los marinos y la tropa, de gala la Naturaleza a causa de la hermosura de la mañana y esplendente claridad del sol, todo respiraba alegría.
Era blanca la casa, blancas las persianas, blanca la verja, blanca la tienda de campaña de blanco pabellón ya levantada en la playa, blanca la lancha amarrada a la orilla; blancos los rosales que florecían en los cuadros, los geranios que adornaban la entrada y los claveles que perfumaban el jardín.
Adornaban las paredes algunos cuadros: el más notable era un trabajo de pluma hecho por el tío del cuñado del abuelo de la vizcaína, que había sido insigne calígrafo, y toda la lámina estaba llena de rasgos, líneas, letras raras, rúbricas y floreos de pluma, trabajo ilegible por ser tan excelente.
En efecto; cuando tuvo veinte años, no había quien lo aguantase. Hay que decir que D. Bernardo no participaba de la ojeriza de su esposa hacia Vicente; antes consideraba aquella pulcritud como una preciosa cualidad, que le recordaba las que le adornaban a él en su infancia.
Mientras los carruajes de los invitados iban entrando unos tras otros en el patio principal, y las ventanas se adornaban al mismo tiempo con rostros desconocidos, yo recorría el jardín como un poseído, embarraba mis lindos zapatos de charol en la tierra húmeda, y lloraba a moco tendido. No me dejaron tranquilo mucho tiempo. Me llamaban de todas partes, y entré en la casa.
Por las vidrieras de las ventanas pasaban y repasaban, mecidas por el viento, las verdes copas de los árboles del jardín. La mesa era servida por criadas jóvenes, de rizados y blancos delantales. Sus caras, sanas y rojas como melocotones, daban una impresión de perfume primaveral semejante al de las flores que adornaban la mesa. Aresti estaba sentado al lado de su prima.
Hacía las «flores»: los pespuntes en forma de triángulo que adornaban los extremos de las ballenas. Era una tarea costosa y mal pagada, como todos los trabajos femeniles. Isidro se enfadó. ¿Deseaba matarse? Pero la sonrisa de Feli contuvo sus protestas. Señalaba con los ojos aquel cajón de la cómoda donde metía el dinero. Apenas quedaban unas cuantas pesetas de lo que les trajo el tío Manolo.
Las rizadas hebras que adornaban á Lola se esparcían sobre su sonrosado seno, cuya blancura se confundía con las purísimas mallas del encaje que resguardaba los encantos de la virgen: la suelta cabellera de Hasay, negra cual el palacio de la noche, destacaba las cobrizas y mórbidas formas en que descansaba.
Algunas veces los monarcas reedificaban á su costa estas cosas y adornaban sus templos con columnas, mármoles y jaspes; pero es preciso llegar al siglo X por lo menos para hallar documentos en que se conceda á los monasterios jurisdiccion feudal sobre las villas y pueblos del contorno.
La luz amarillenta del gas brillaba de trecho en trecho, cerca de las ramas polvorientas de las raquíticas acacias que adornaban el boulevard, nombre popular de la calle por donde entraban en el pueblo. ¿Cómo me has traído por aquí? ¿Qué importa? Petra se encogió de hombros.
Palabra del Dia
Otros Mirando