United States or Georgia ? Vote for the TOP Country of the Week !


La alquería era suya, todos sus habitantes deseaban servirle... ¡pero no debía persistir en aquel capricho! Iba a traerle desgracia. Febrer, que había escuchado hasta entonces con deferencia, se irguió ante estas palabras de Pep.

Luego sonrió malignamente, y dijo en voz baja: Ya sabes que nos conocemos, y no ignoro que en tu juventud has hecho el contrabando. Se irguió Tòni con altivez. Ahora era él quien se indignaba. He hecho el contrabando; ¿y qué hay de extraordinario en eso?... También lo hicieron tus abuelos.

Se encontraban muy de tarde en tarde. ¿Cómo podían verse, si él, Spadoni, á causa de su miseria, se abstenía de entrar en las salas de juego?... Continúa jugando, Alteza; pero muy mal, con la timidez del novato, y por eso pierde. No tiene la estofa de nosotros, los verdaderos jugadores. Se irguió el pianista al decir esto, como si no hubiese perdido nunca y poseyera todos los secretos del azar.

Clara, haz cuenta que habitas con las más dignas y elevadas señoras de la grandeza española, que, al par de la virtud, atesoran todas aquellas prendas del alma que distinguen á ciertas personas del bajo vulgo á que nosotros pertenecemos. María de la Paz Jesús se irguió con toda la gallardía de que era capaz; respiró y miró á un lado y otro con majestad perfectamente regia.

Al pronunciar sin intención la frase, Nucha, desde el suelo, alzaba la mirada hacia Julián. La descomposición de la cara de éste fue tan instantánea, tan reveladora, tan elocuente, tan profunda, que la señora de Moscoso, apoyándose en una mano, se irguió de pronto, quedándose en pie frente a él.

¡Al fin voy á saber! exclamó Jacobo en una especie de delirio. ¡Te tengo aquí, maldita, y hablarás ¿entiendes? aunque tuviera que arrancarte tu secreto del corazón con las uñas! ¡Oh! no tendré piedad, como no la tuviste. No cuentes con ninguna gracia. ¡Vas á decirlo todo ó, por mi honor, que te mato, y esta vez no resucitarás!... Se irguió espantoso y su cara expresó una implacable resolución.

Claro, como que los malos gobiernos son como los microbios en el cuerpo, que lo devoran y destruyen, si no se les expulsa a tiempo, y para esto se necesita un enérgico medicamento. Agapo se irguió en el banco, animándose con la idea de ejecutar las hazañas que decía; allí, al pie de la Pirámide, para escarmiento, con mucho alarde de tropas y de pueblo; ¡qué función de gala!

Como generosa yegua de pura sangre a la cual pretendiesen enganchar haciendo tronco con un individuo de la raza asinina, la Tribuna se irguió, y saltándosele los ojos de las órbitas, los carrillos inflamados por la fiebre, gritó: Sal, sal de ahí, bruto.... ¡Quieres condenarme!

Era una fatalidad implacable que pesaba sobre ella desde que había pisado a Orsdael; tenía que disimular, fingir, mentir siempre, lo mismo a su hija que a sus indignos verdugos. Permaneció un momento inmóvil, absorta en sus sombríos pensamientos. Luego, de golpe, irguió la cabeza.

Se le nublaron los ojos, y apoyándose en un farol, dijo para : «Que me da, que me da». Era el ataque epiléptico, que se anunciaba; pero tanto pudo su excitación, que lo echó fuera, irguió la cabeza, se sostuvo firme... Pasó un momento. Nunca había sentido más energía, más resolución, más bríos. El ruido de las músicas le embriagaba. Vio pasar uno y otro coche.