United States or Turkey ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Quién tuviera una pluma de caburé, para ser invulnerable y por lo mismo el hombre más valeroso de la tierra!... Hasta el mismo Jaramillo padre, con toda su sabiduría, no había conseguido ver nunca un caburé en sus manos. Era muy difícil apoderarse de él. Por esto repitió el hijo, con una expresión de orgullo: Lo he visto: como te veo á ti.

Y ella, Clementina, quedaba en descubierto, en el momento en que se creía invulnerable, y era desposeída de sus más seguras posiciones por este hábil movimiento envolvente del enemigo.

¡Ah, ingrato! susurró Butrón Corro a traértelo. Y de nuevo se fue como había venido, de puntillas, sonriendo a todos, haciendo muchos ademanes para que nadie se incomodara, y dejando al tío Frasquito estupefacto... ¡Oh!, pues lo que es a él no se la pegaban... ¿Currita a las cuatro en casa de Butrón y avisando antes a Jacobo?... Algo gordo sucedía cuando el prudente Mentor, el joven Telémaco y la invulnerable Calipso se avistaban en secreto, con la extraña circunstancia de acudir la dama a casa del caballero, y no los caballeros al palacio de la dama, como parecían dictar las más elementales leyes de la galantería.

Sebastián Romagné fue dichoso por espacio de tres meses; pero, al comenzar el verano, empezó a tener historia. Su corazón, largo tiempo invulnerable, fue herido por las flechas del amor. El antiguo aguador entregose, atado de pies y manos, al dios que perdió a Troya.

Algo se había roto en su interior: la voluntad, desmenuzándose en polvo, que envolvía sus sentidos como una niebla. ¿Qué hacer?... Ni el más angosto sendero quedaba abierto ante su iniciativa. Alicia le odiaba como si fuese un enemigo. ¡Adiós para siempre!... Quedaba el otro, pero este hombre era invulnerable para él.

A fuer de inteligente y delicado en cosas de amor, era don Juan, aunque no invulnerable a la seducción poco sensible a los halagos de vengadoras, momentáneas y horizontales.

Por lo mismo, quería él vencer allí para que vieran. Había de ser en el salón amarillo, en el célebre salón amarillo. ¿Qué sabía Vetusta de estas cosas? Tan mujer era la Regenta como las demás; ¿por qué se empeñaban todos en imaginarla invulnerable? ¿Qué blindaje llevaba en el corazón? ¿Con qué unto singular, milagroso, hacía incombustible la carne flaca aquella hembra?

La esposa, por su parte, era también feliz; zambullida en su desvergüenza, como los héroes griegos en la Estigia, habíase hecho como ellos invulnerable, y con su audacia infinita y su cínica travesura femenina, lograba el único fin de su vida, natural anhelo de su vanidad inmensa: sobreponerse a todo el mundo, ser siempre la primera y lograr que todas las lenguas le rindiesen vasallaje, ocupándose constantemente, para bien o para mal, que eso poco importaba, de su persona y de sus cosas.

Diríase que su indomable voluntad, su loca idea fija de las puertas que debían abrirse, le habían hecho invulnerable, casi inmortal, y que la enfermedad no podía nada contra su cuerpo, olvidado hasta por él mismo.

A su vez, el caimán suele ser sorprendido en sus siestas de la playa por los tigres y pumas de los bosques vecinos. Entonces se traba una lucha admirable, como aquellas que los romanos, los hombres que han gozado más sobre la tierra, contemplaban en sus circos. El caimán es generalmente vencedor, pues su piel paquidérmica lo hace invulnerable a la garra y al diente agresor.