United States or Honduras ? Vote for the TOP Country of the Week !


Por lo mismo, quería él vencer allí para que vieran. Había de ser en el salón amarillo, en el célebre salón amarillo. ¿Qué sabía Vetusta de estas cosas? Tan mujer era la Regenta como las demás; ¿por qué se empeñaban todos en imaginarla invulnerable? ¿Qué blindaje llevaba en el corazón? ¿Con qué unto singular, milagroso, hacía incombustible la carne flaca aquella hembra?

2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego? 3 Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 5 Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo. 6 Esto dicho, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó el lodo sobre los ojos del ciego,

14 Se cortará cedros, y tomará encina y alcornoque, y se esforzará con los árboles del bosque; plantará pino, que se críe con la lluvia. Después se calentará, y dirá, ¡Oh! me he calentado, fuego he visto; 18 No supieron, ni entendieron, porque untó sus ojos para que no vean; y su corazón, para que no entiendan.

Nos metemos en un carruaje; allí está el rótulo del diente, del pelo, de las píldoras, del agua prodigiosa: nos introducimos en los lugares más escusados, toda vez que sean del dominio público; allí están las píldoras ó el unto tambien. El aviso, el decir aquí hay esto ó lo otro, es el arca predestinada donde se ha refugiado este Noé con toda su familia.

Untó en albayalde un pedazo de tul, le aplicó al sitio del cuadro, ya seco, donde la blonda estaba representada, y resultó un efecto maravilloso, porque hasta los agujeritos de la blonda se veían y aun podían contarse.

Hasta en aquellas alturas la roca está cubierta casi por todas partes de una especie de unto, por la vegetación de los líquenes, pero en varios sitios han descubierto la piedra el roce del hielo, la humedad de la nieve, la acción de las heladas, de la lluvia, del viento, de los rayos solares; otras rocas, quebradas por el rayo, conservan la imantación causada por el fuego del cielo.

Antojábasele aquel mísero conjunto de huesos y pellejo y de importunas turgencias, edificio ruinoso que el dueño defiende contra la piqueta municipal a fuerza de revoques de cal y manos de pintura y recomposición de tejas. «¡Ay!, en vano la retejo, y la unto, y la froto, y la pinto; esta mujer mía hace agua por todas partes, y el viento de la ira entra en ella por mil agujeros; esta destartalada máquina, inútil para , en cuanto legítimo esposo, sirve sólo, y servirá tal vez muchos años, para albergue del espíritu sutil de la discordia y de la contradicción: poca materia necesita el ángel malo para encaramarse en ella como un buitre en una horca, un búho en un torreón escueto y abandonado, y desde su miserable guarida hacerme cruda guerra».

De pie, con las manos en los bolsillos del pantalón, mapamundi de remiendos, y moviendo con risible rapidez nariz y boca, que tenía de color de unto rancio, aguardaba a que le pidiesen algún nuevo episodio tan verosímil como el de la liebre; pero ahora el turno le correspondía a don Eugenio.

Boscoso; adula, o como otros vulgares dicen, alude al boscan, que es una piel, al bosque o monte, porque hago botas de monte, y al oso, porque se engrasa el material con unto de oso.

Como los cuartos se trocaron en reales y los reales en doblones, la dueña se fue ablandando como correaje en el unto, y el mancebo pudo contar, en la misma alcoba de su amada, con una nueva Celestina de prodigiosos ardides. El rumor de aquel violento desaire corrió por la ciudad y fue el origen de un odio acerbo entre las dos familias. Doña Urraca tomó a su cargo la venganza.