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Nos metemos en un carruaje; allí está el rótulo del diente, del pelo, de las píldoras, del agua prodigiosa: nos introducimos en los lugares más escusados, toda vez que sean del dominio público; allí están las píldoras ó el unto tambien. El aviso, el decir aquí hay esto ó lo otro, es el arca predestinada donde se ha refugiado este Noé con toda su familia.

Usted la ha hecho dudar de más de lo que debiera: sin prever un resultado tan funesto, ha infundido V. en su espíritu que está predestinada á pecar si no busca asilo al pie de los altares.

Casóse, pues, con ella, y todos los tormentos que una inteligencia predestinada, todas las amarguras que un alma delicada puede sufrir al contacto permanente de la vulgaridad de espíritu y de la bajeza de carácter, todo eso lo sufrió Fabrice al lado de esa preciosa criatura.

Su tristeza sin tregua; su oculta vergüenza, con la que de continuo tenía que verse cara á cara, sin poder hallar alivio comunicándola y confiándose á una persona amiga; sus luchas de compasión y de desprecio por su marido y de amor y de odio por el Comendador; su horror del pecado que creía sentir sobre ella y que le pesaba como lepra asquerosa é incurable; su orgullo ofendido; su temor del infierno, al que á veces se creía predestinada, y su preocupación incesante de la suerte de Clara, á quien amaba con fervor y á quien en ocasiones aborrecía, como vivo testimonio de su más grave falta y de su más imperdonable humillación, habían influido lastimosamente sobre todos los órganos de aquella vida corporal.

Pero pasemos á estudiar una cosa más bella, más fecunda, más predestinada: la escuela de Vernet, del gran Vernet. Este pintor se dedicó casi exclusivamente al género de las batallas; pero no de las batallas antiguas que eran como una especie de divinizacion de la guerra, el sacrificio de la caridad que nos debemos todos, hecho en aras de un señor opulento ó de un tirano.

¿Imaginación? No, la realidad es mucho más interesante y terrible de lo que podríamos imaginar. ¿Conoces a las Aliaga? No, no las habrás tratado porque no salen nunca. Es una familia predestinada.

Por otra parte, ya no podía confundir su afición con su disposición: ya sabía que sus facultades no eran bastantes a eternizar su fama, ni muchísimo menos. Acaso estuviera predestinada a tener que contentarse con ser actriz mediana, de aquellas a quienes nadie echa de menos cuando mueren o se retiran.

El árabe jactancioso manda al punto que se á los Cristianos el precio convenido, que reciben en dinares de oro, y les insta para que desocupen prontamente el local, porque Abde-r-rahman es ya de edad avanzada, y urge que los suntuosos despojos de Itálica, Mérida y otras ciudades monumentales de los orgullosos Romanos, reciban su providencial colocacion en el soberbio edificio que levanta á Mahoma junto al gran rio de la Bética la raza predestinada que avasalló á los antiguos dominadores del orbe en cuantas provincias reconocian la autoridad de Heráclio.

La cizaña puede ahogar el trigo y no habrá buena cosecha si el haza no se escarda y no se limpia de mala hierba con el almocafre, mientras que, por el contrario, casi es indispensable que el espíritu humano produzca millares de cosas pequeñas y deformes, para que brote de entre ellas una que sea hermosísima y grande, predestinada por su valer á vida inmortal y gloriosa.

No les bastan ya á los infieles los templos de ricos mármoles y vistosas pinturas de los vencidos godos, cuya mentida santidad ha seducido á los incultos bárbaros: á las fundaciones de Sisebuto, Chindasvinto, Wamba, y de los activos pastores del descarriado rebaño de Cristo, agregan hoy nuevas fundaciones los tenaces hijos de Pelayo : el mismo impulso da la Iglesia en Afranc, en Italia, en Alemania, á los sucesores de Carlos Martel, y el infatigable Carlomagno, que ya se presume emperador de Occidente con afrenta tuya y de tu raza predestinada, presume levantar en la sombría Aquisgram un gigantesco domo revestido de pinturas y mosáicos que rivalice con el que erigió Justiniano sobre el azulado espejo del Bósforo.