Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Poldy había luchado, durante algunos meses, en espantosa indecisión, entre el amor que Isidoro le inspiraba y los deberes más o menos artificiales, que la ligaban a su patria, a su familia y a la alta clase a que pertenecía. Por último, el amor triunfó en el alma de Poldy, mas no para quedarse en Austria desdeñada y aborrecida de sus hermanos y parientes. No: esto era imposible.
Señores dijo el doctor Trevexo, ya estamos en quorum y es menester que comencemos. ¿Quiere usted presidir, señor don Ramón? Mi tío, que permanecía de espectador pasivo, salió de su letargo, y, algo cortado, puso una cara de signo interrogante que descubría toda su indecisión para desempeñar el alto y difícil cargo que se le proponía.
Te contaré el acontecimiento que ha triunfado de mi indecisión. He leído una novela nueva, cuyo héroe me ha conmovido sea que su situación tenga con la mía esas relaciones que nos identifican a nuestro pesar con un desconocido, sea que se parezca algo al hombre que yo hubiera querido ser si esto hubiese dependido de mí.
Avanzaban cautelosamente, se detenían, volvían la cabeza para mirar al amo. Su cola elevábase con movimientos que revelaban indecisión; sus orejas aguzábanse con la inquietud. ¡Chist! ¡chist! murmuró el Mosco para que sus acompañantes permaneciesen quietos en la espesura. Todos estaban de rodillas, apoyados en las manos, avanzando la cabeza lo mismo que los perros para oír mejor.
Ella, puesto un dedo en el gatillo, le contempló fijamente. Se adivinaba su familiaridad con el arma que tenía en la mano. No debía ser la primera vez que la sacaba á la luz. La indecisión del marino fué breve. Con un hombre, su garra se hubiese apoderado de la mano amenazante, torciéndola hasta romperla, sin que le inspirase miedo el revólver.
Anunciaron la comida. El aya vino a buscar a los niños; madama Scott tomó el brazo del cura; Bettina el de Juan... Hasta el momento de la aparición de Bettina, Juan se había dicho: «¡La más linda es madama Scott!» Cuando vio la pequeña mano de Bettina deslizarse bajo su brazo, y cuando ella volvió su delicioso rostro hacia él, pensó: «¡La más linda es miss Percival!» Mas pronto volvió a caer en su indecisión cuando se halló sentado entre las dos hermanas.
¿Dónde ha de está, mujé? repuso el cuñado con rudeza . En la plasa cumpliendo con su obligasión... Es una locura haber venío; un disparate. ¡Este carácter tan flojo que tengo! Carmen siguió mirando en torno de ella, pero con cierta indecisión, como arrepentida de haber llegado hasta allí. ¿Qué iba a hacer?...
Entonces en el fondo de sí misma en la región oscura donde nacen las sensaciones ignoradas le pareció sentir algún pesar... ¿Por qué? A este pesar, a esta indecisión sentimental, se unía confusamente una inefable dulzura de impresiones nuevas; la confesión de aquel sentimiento sorprendido tan inopinadamente, inundaba su alma de una extraña melancolía.
Rafael dio un paso atrás, sintiendo el vaho de aquella boca anhelante y rabiosa que buscaba hacer presa en sus piernas, pero se tranquilizó al ver que el perro, tras una corta indecisión, movía bondadosamente la cola y se limitaba a husmear los pantalones para convencerse de la identidad de la persona.
El espada detuvo el paso y se rascó los pelos por debajo del sombrero. Es que... murmuró con indecisión es que... me da vergüensa. Vaya, ya está dicho: sí señor, vergüensa. Ya sabe usté que yo no soy un lila, y que me traigo mis cosas con las mujeres, y que sé desirle cuatro palabras a una gachí como otro cualquiera. Pero con ésta, no.
Palabra del Dia
Otros Mirando