Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
El alma fuerte y recta de María Teresa la hacía prudente, aunque estuviese bajo la influencia sugestiva de Huberto, y si inconscientemente prolongaba el misterio de su decisión, era para estudiar a aquel futuro novio y no exponerse a entregar a un ser indigno la hermosa y noble ternura que los corazones apasionados transforman en perdurable amor.
En orillas opuestas ven tranquilamente precipitarse en medio de la corriente de la vida, en la que unos se han agitado y en la que los otros no sueñan en agitarse mañana. Un niño que sonríe en una cuna, que agita inconscientemente sus manecitas, que ríe o llora maquinalmente, es la manifestación más íntima, más pura de la ternura humana.
«Y fué entonces, querido señor continuaba el abogado en su carta , cuando me habló de usted, del modo como se conocieron, del daño que le hizo inconscientemente.» Convencido de la inutilidad de sus gestiones, el maître había solicitado un último favor. Freya deseaba que la acompañase en el momento de la ejecución: esto mantendría su serenidad.
Y la condesa, tan alarmada por la menor travesura, que protegía aquel escándalo uniendo al padre con la hija en lugar de separarlos y preparando inconscientemente la ruina de su hijo en lugar de defender sus intereses... ¡Todo el mundo se ha ligado contra mí! pensaba con rabia reconcentrada.
Adoremos, pues, en nuestro ilustre anfitrión, a la fuerza. Merced a esta fuerza de que la Naturaleza le ha dotado, ha podido someter y aprovechar el esfuerzo particular de millares de hombres que inconscientemente sirven a sus planes. Merced a esta fuerza ha podido reunir su inmenso capital.
Si se castigara a los seductores y a los petimetres... la sociedad...». Papitos dormía como un ángel, apoyada la mejilla sobre el brazo tieso, y conservando en la mano de él la media, por cuyos agujeros asomaban los dedos. Dormía con plácido reposo, la cara seria, como si aprobase inconscientemente las perrerías que el otro decía de los seductores, y aprovechara la lección para cuando le tocara.
Y el gobierno, que ha dispuesto este despilfarro monstruoso, nos pide ahora, de repente, la muerte de su antiguo protegido. ¿Qué secreto hay en el fondo de tal petición?... Todavía estaría derrochando el dinero del país para sostener al gigantesco intruso, si éste, por su bestialidad nativa y su ignorancia, no hubiese molestado inconscientemente á ciertos personajes, especialmente á uno que es el consejero secreto del gobierno y el verdadero autor de los errores que comete.
»Hay tal revelación de recóndita onomatopeya entre este sujeto así plasmado en aquel ambiente todo nuestro, y el estado de su ánimo ante la metamorfosis que el alcohol por una parte, el contagio moral por otra y su indudable receptividad psíquica han producido en él, que al terminar uno la lectura del capítulo, se queda inconscientemente en una actitud análoga, con la vista clavada en un punto del espacio y una sonrisa de aplomo dibujándose en los labios.
Beatriz permaneció todo el día en aquella fatal avenida, ya caminando inconscientemente, ya sentándose anonadada sobre el banco... Pero, ¿era realmente ella la que allí se encontraba?... ¿Era ella la causa de todos estos horrores?... ¿Era ella, Beatriz, la que acababa de recibir, y mereciéndolo, ¡ay!, el sangriento ultraje que le dirigiera su marido... y que no había osado negar?... Porque era evidente que durante el combate en que aquél jugaba su vida contra la de otro hombre, no era por su consorte por quien ella temblaba... Era notorio para su conciencia que había cometido el crimen, en un arrebato de pasión, de afirmar la mano temblorosa del marqués, y que, al ver a su marido bajo el imperio de una sentencia de muerte, su primera sensación fue la de una alegría feroz... Ella supo entonces, la desventurada criatura, como otras tantas lo supieron antes, hasta qué grado la pasión puede falsear y pervertir las almas más nobles y más puras, cuando se la deja reinar en absoluto sobre la razón, la voluntad y el honor.
Ninguna opinión tan valiosa para el caso actual como la del misionero antes citado, que dice lo siguiente sobre la psicología de los filipinos: "Como gente ignorante y poco culta, no dejan de tener los indios algunos resabios de supersticiones que practican inconscientemente engañados por los curanderos, que son los que mantienen vivas estas ridículas tradiciones de sus abuelos, sin que sepan dar razones de porque las hacen."
Palabra del Dia
Otros Mirando