Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de mayo de 2025
Balbuceaba Ojeda sin saber ciertamente lo que decía. Hablaba ahora en castellano, y su súplica incoherente era una especie de música sin palabras, cuya vaguedad producía en él cierta emoción. Di que sí... di que quieres... Sería yo tan dichoso... ¡tanto!... Ella sonrió, agradeciendo tal vez que hablase en su idioma, lo que le evitaba la obligación de entenderle y de ruborizarse.
Este balbució algunas palabras, le saludo de un modo incoherente, y le dijo al fin, después de comenzar muchas frases, que estaba seguro de tener delante á su buen tío; pero al ver que éste no le daba contestación ni desarrugaba el ceño, se calló, quedándose cabizbajo y lleno de vergüenza. Por último, el realista habló. No debiera venir á verte, ni acordarme de ti. Mereces lo que te pasa.
Entonces dijo Ido, fatigado de aquel relato incoherente, y de aquel vocabulario grotesco , recogió usted a ese precioso niño... Buscaba Ido la novela dentro de aquella gárrula página contemporánea; pero Izquierdo, como hombre de más seso, despreciaba la novela para volver a la grave historia.
Profunda debió ser la impresión que esta noticia causó en el ánimo de Asunción, porque no volvió a despegar los labios y siguió escuchando consternada las razones de su amiga, que las amontonaba de un modo incoherente, pero con resolución. El paseo se iba poblando poco a poco.
¿Y qué más? ¡Nada más que pueda decirse con palabras!..... ¡Cuando Romeo y Julieta confunden pensamientos y suspiros, y se miran y callan, y tornan luego á su incoherente diálogo, y se repiten lo que ya saben, y se lo vuelven á decir, interrumpiendo el raciocinio con el requiebro, y pasando bruscamente de la pena á la alegría, de la queja al entusiasmo, de la confianza á la duda, de la gratitud á los celos, del «¡Cuánto me quieres!» al «¡Ya no me quieres!» y del «Te quiero, pero no quiero», al «¿Me querrás siempre como ahora?»; cuando sus labios balbucean este monótono, eterno poema del amor, mientras que sus almas están asomadas á sus ojos, mirándose tan intensamente como se miran la mar y el cielo, y confundiéndose como se confunden el silencio y la soledad que los aislan, hay que llamarse Shakespeare para ser taquígrafo de semejante escena!
Cuando hubo concluído su largo discurso, un poco incoherente, que parecía más bien un monólogo, el duque se levantó bruscamente. Vaya, Julianito, me voy de aquí al Banco. Al mismo tiempo sacó otro cigarro de la petaca, y sin ofrecerle, porque no fumaba, lo encendió por fórmula, pues los dejaba apagarse en seguida para seguir mordiéndolos. D. Julián respiró con satisfacción.
Aquí la ciencia del universitario se extendía en luminosa digresión para explicar á sus compatriotas la existencia del pañuelo entre los Hombres-Montañas, el uso incoherente que le dan y las cosas poco agradables que depositan en él.
Roberto había hundido la cabeza en sus manos y escuchaba con espanto el lenguaje incoherente de Marta. Poco a poco pareció calmarse, su respiración se hizo más regular y más espaciada; de rato en rato su cabeza se inclinaba hacia un lado para volverse a levantar inmediatamente después, con un brusco movimiento. Un irresistible sueño se había apoderado de él.
Yo, señores académicos, deseoso de responder pronto y lo menos mal que pudiera a mi pariente y amigo, me comprometí para hacerlo hoy, sin contar con los males y desazones que en estos días han caído sobre mí. He tenido poco tiempo de que disponer: tres días no más, por esto he sido más desordenado e incoherente que de costumbre. Vosotros, con vuestra indulgencia acostumbrada, me lo perdonareis.
Sobrecogido entonces por un triste presentimiento aquella mano que acaso no volvería a estrechar la besó repetidas veces mientras con visible agitación y de un modo incoherente decía: Señorita, ¡cuánta dicha! Su amor... su bondad... Prométame que si mañana sucumbo pronunciando su nombre me dedicará un recuerdo, una lágrima, una palabra de compasión...
Palabra del Dia
Otros Mirando