Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de julio de 2025
La tierra que los intrépidos navegantes tenían á la vista, les ofrecía hospitalidad y recursos. Falta les hacía la una y los otros, pues al descubrirla, la desesperación, la impaciencia y las necesidades todas habían llegado á su término.
¿No me amáis?... dijo con impaciencia doña Clara... pues si me amáis ¿á qué esa obstinación?... ¿dudáis acaso de mí?... ¿amáis acaso á otra, á causa de esa facilidad que tenéis de enamoraros en dos minutos?
Sólo les separaba de él una cortina sutil e impenetrable, que cayendo desde la techumbre hasta el suelo, semejaba el velo de un lugar sagrado. Ninguno se atrevió a descorrerla, y absortos de estupor, febriles de impaciencia, esperaron, fija la vista en los amplios pliegues que ponían estorbo a sus deseos.
Reconoció la primera reja por donde había hablado la noche anterior con Esperanza; vió sobre ella el mirador con celosías, y arrancándose una cinta del traje, la ató en un hierro; después, llegó á la última reja, y esperó. Pero tuvo que esperar muy poco, porque Esperanza, que ya le esperaba, abrió al momento el postigo de la reja. ¡Ah! ¡buenas noches! dijo la joven ; os esperaba con impaciencia.
Era como si un herrero martillase junto al mismo corazón, remachando a fuego una pieza nueva que se acababa de echar. «Esto es horrible. Si rompe, que rompa de una vez. ¡Ay de mí!... Si me quisiera, el corazón se me curaría; como que no es enfermedad lo que tiene, sino impaciencia... hormiguilla... ¿Qué habré hecho yo para ser tan desgraciado?
Las de la hermana San Sulpicio eran ideales; no excesivamente pequeñas, pues éstas antes me causan repugnancia que placer, de piel tersa y levemente sonrosada, macizas, de dedos bien torneados aunque no afilados en demasía. Con la mente estaba mandando mil besos a aquellas manos seductoras. ¡Jesú, qué guitarriyo tan cruel! exclamó sacudiéndolo con impaciencia. ¿De quién ha sido el hallazgo?
¡Ah, pobre Dorotea! dijo Quevedo ; su hermosura y su amor, á pesar de ser tan peligroso, no ha podido haceros olvidar á la hermosa menina. Quisiera que doña Clara oyese, tiene celos. ¡Celos! Como que ama. ¿Y os ha dado esta carta para mí? Mirad á lo que por vos me reduzco. ¡Ah! Dios os premie, don Francisco, la ventura que me dais; pero agonizo de impaciencia. ¿Por leer? Pues leamos.
Pasó una mano por la espalda de Torrebianca, acariciándole con expresión paternal, mientras el marqués conservaba oculto el rostro. Aborrecía ahora á su esposa, pero al mismo tiempo experimentaba un inexplicable malestar pensando que iba á separarse de ella para siempre. Agitada por su curiosidad femenil, esperó la mestiza con impaciencia la hora de la cita.
Pues como no era decente que yo me mezclase en cierta clase de asuntos, porque vengo de buen linaje... me valí de ese Gabriel Cornejo... ¿Y por causa de esas relaciones dijo con impaciencia doña Clara habéis llegado á saber...?
No: más vale que devore en silencio mis penas y les hable de otros asuntos, que así alcanzaré la doble ventaja de proporcionarles útil entretenimiento, y de calmar mis pesares, adormeciéndoles con el beleño de patriótico entusiasmo. En Córdoba reinaba gran impaciencia por la tardanza del ejército de Castaños.
Palabra del Dia
Otros Mirando